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Restaurarán la Fortaleza de San Juan de Ulúa, Ver.
Famosa por haber sido una de las prisiones más duras, fue remodelada, por primera vez, en 2012
El museo Fortaleza de San Juan de Ulúa, del puerto de Veracruz, será restaurado por el Gobierno federal, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Explicó que los trabajos estarán a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y a la Secretaría de Marina, quienes realizarán los trámites respectivos y analizarán la manera de llevar la obra a buen puerto lo más pronto posible este proyecto.
“Es un edificio bellísimo”, dijo el primer mandatario federal, al asegurar que se debe proteger y resguardar la historia que contiene este edificio.
SU HISTORIA
Luego de que en 1915 fuera cerrada la cárcel de San Juan de Ulúa, y tras años de restauración de los espacios dañados por la humedad del mar y el paso del tiempo, en 2012 fue reabierto como nuevo museo, ahora llamado Museo Arqueológico de Veracruz, en el que se reúnen piezas arqueológicas invaluables de toda la región del Golfo de México.
El acervo se compone de armas de los siglos XVI al XIX, armaduras y un argollón de amarre de navío.
El INAI registra que fue construido en 1519 por mandato de Hernán Cortes, en el contexto de la Conquista fungió como fortaleza para protección de las flotas ante ataques enemigos tanto humanos como naturales.
Durante la guerra de Independencia sirvió como baluarte de las fuerzas españolas y último reducto, hasta 1825, del general Miguel Barragán.
La fortaleza fungió como cárcel para presos políticos en Veracruz, y debido a los continuos cambios de poder albergó a presos como Benito
Juárez, Melchor Ocampo, los frailes Servando Teresa de Mier y Melchor de Talamantes, entre otros.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz, su celebridad como prisión aumentó, ya que en ella se confinó a miles de ciudadanos; de esa época data la reclusión de Chucho el Roto y la demolición de algunas partes de la construcción original para levantar talleres dentro de la fortaleza.
El 2 de julio de 1915, Venustiano Carranza decretó que dejara de ser presidio.
Desde 1962, es un monumento histórico, fecha en que fue entregado al INAH para su resguardo.