24 Horas - El diario sin limites
Alemania en Qatar 2022
al que llegó como el mayor favorito (¿se acuerdan de que en redes circulaban las tres formaciones estelares que los germanos podían alinear?, ¿se acuerdan de que un año antes, en la Confederaciones 2017, sus jóvenes golearon a México y luego se coronaron?). Fracaso moscovita que habría inclinado a la abrumadora mayoría de las federaciones nacionales a dar un carpetazo y cambiar de rumbo. Sin embargo, Joachim Löw continuó hasta la Eurocopa de este 2021 y en su lugar se colocó a uno de sus otrora aprendices, Hansi Flick.
Ya después en la cancha las cosas pueden resultar bien o mal, excelente o pésimo, pero los alemanes asumen que sus probabilidades de éxito se elevan al apegarse al largo plazo. Donde otros sólo saben corregir destruyendo el pasado y devastando el camino andado, ellos prefieren fortalecerse a través del aprendizaje para pulir y mejorar lo que seguirá.
La Mannschaft dispone otra vez de una generación temible. Como ha sucedido desde 2010, un conjunto que mantiene la eterna disciplina táctica y poderío físico de este futbol, relanzados por lo que aporta el mosaico social que es hoy Alemania. En esa diversidad hay dinámica, inventiva, talento, flexibilidad, tantas veces ausentes cuando Alemania era de un solo color.
A diferencia de lo que pasa con todas las selecciones menos Brasil, Alemania nunca dejó de calificar a un Mundial. Se ausentó de Uruguay 1930 por voluntad y de Brasil 1950, suspendida tras el genocidio de la Segunda Guerra Mundial. La única ocasión en que se atoró fuera de los ocho primeros, fue la de Rusia. En Qatar están listos para redimir tamaña debacle.