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Axolotl, entre la moda y extinción
Situación. El boom que llegó con el billete de 50 pesos, impulsó la lucha por la conservación de este monstruo de agua
La ajolotemanía, supuestamente detonada por un billete de 50 pesos, puso en mercados públicos y en internet a ejemplares de esta especie a precios que van de los 300 a los 2 mil pesos; y aunque puede ser positivo para la preservación, este boom que los ha puesto en tazas, playeras y cobijas, también los coloca en riesgo, porque crece el interés de tenerlos como mascotas y su venta descontrolada, coinciden especialistas
El axolotl –que quiere decir monstruo de agua, en náhuatl– ha retomado popularidad, en medio del peligro de extinción que lo acecha.
La aparición de su imagen en el billete de 50 pesos originó que la gente cazara dicho papel moneda y en redes sociales se empezaran a comercializar playeras, tazas, peluches y hasta cobijas.
Entusiasmada, Mariana Zavala narró a este diario que desde que conoció el rumor “hace un par de años de que saldría este billete”, esperaba tener alguno en sus manos; ahora su colección suma más de dos decenas.
Y es que por su diseñoeño ha traspa-traspasado fronteras. El añoño pasado, la Asociación Internacionalnal de Billetes de Banco (IBNS, por sus siglas en in-inglés) lo eligió como el másmás bonito del mundo, y personas de otras na-nacionalidades, como Alexex Rodas, se han volcado en buscarlo: uscarlo: “Acá en Argentina no consi-consigo (un billete), tengoo tres ajolotes, ¡me encantan!”. n!”.
En sitios de internet net como Mercado libre, bre, este billete se vende en-entre 200 y 85 mil pesos “la edición especial”.
En tanto, Luis García, quien labora en unauna tienda de numismática, tica, comentó que aunqueue es muy popular, “es escasoaso y la mayoría de gente extranjera tranjera o quienes coleccionanan billetes de cualquier parte delel mundo lo compran demasiado”. .
EN ALERTA
De acuerdo con la Historia de la Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún, el axolotl era una deidad que había tomado el cuerpo de este anfibio para huir de la muerte; y ahora, es catalogado como una especie en peligro de extinción.
“Al momento de exponerlos y convertirse en moda aumenta la venta ilegal. Los encuentras en bolsas, lo cual es peligroso para ellos porque no tienen los parámetros de agua adecuados, tienen más nitratos y al estar encerrados no tienen la oxigenación adecuada para que crezcan los filamentos del ajolote”, dijo en una entrevista Martín Moreno,
químico bacteriólogo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas.
En redes sociales hay diversos grupos de compra-venta de estos ejemplares, los precios varían de acuerdo con su tamaño y tipo; y oscilan entre los 300 y 500 pesos.
“Los parditos los tengo en 300, los albinos en 450, melanoides 500”, respondieron pon los ofertantes tan al ser consultados por este diario. En E tanto, en un re--corrido corri por el mercado de Pecpeces de Mixihuca, se encontró encont que los costos van de loslo 100 a los 600 pesos.sos. “Se cuicuidan como si fuera un pez y traen certificado de Semarnat”, marnat”, afirmó uno de los vendedores. dores. Y en acuaracuarios de la zona de Te pito, ubicado se en las calles aledañas ñas al al mer ca dod mercado de La Lagunilla, se constató que llegan a alcanzar los dos mil pesos cada ejemplar.
PROYECTOS DE CONSERVACIÓN
Ante el boom por el ajolote, que en otros tiempos era considerado un dios, especialistas resaltaron la dualidad de la situación.
“Una es que, efectivamente, los pone más en peligro, ya que la mayor parte de las personas únicamente ve que son bonitos y pueden llegar a querer un ajolote como mascota. Y por otro lado, se puede crear conciencia respecto a la especie”, expresó en una entrevista con 24 HORAS
En 2002 seEn 2002 se hizo censo censopoblacional poblacional del ajolote y se contabilizaron solamente mil, en 2008 únicamente 100 por kilómetro cuadrado y en 2014, era uno; indica el texto “Un hábitat temporal para los axolotes en peligro”, de la UNAM.
María Cristina Almanza Terán, bióloga egresada de UAM Xochimilco, perteneciente a Axolotitlán, un museo donde se promueve la conservación de la especie, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón.
En dicho proyecto, respaldado por la sociedad civil e instituciones académicas y que arrancó en 2017, indicaron que no se promueve a estos animales como mascotas, sin embargo si se optará por tener uno, recomendaron acudir a comprarlo en sitios autorizados.
Postura con la que coincidió Olín Ramírez Sánchez, bióloga por la Universidad Autónoma Metropolitana, quien manifestó que la forma de conservación de los animales es adquirirlos en instalaciones que estén registrados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Aseguró que estos criaderos “lo que hacen es reproducir en cautiverio y vender lo que produjeron, si tu vas al mercado a comprarlos de manera ilegal o vas con personas que los venden sin documentos, una de dos: o los están comprando en los criaderos para revenderlos o los están sacando de su medio silvestre”.
El Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), perteneciente a la UAM Xochimilco, es otro de los sitios que vela por la conservación de la especie.