LA COCINA DE UN DANDY
Inspirado por un elegante personaje imaginario, Monsieur Bleu —diseñado por Joseph Dirand— es uno de los restaurantes ineludibles de la capital francesa.
Lo que se recuerda de Monsieur Bleu es una sensación.
Alojado en el Palais de Tokyo —recinto parisino dedicado a la creación artística contemporánea—, este restaurante situado en el 16ème arrondissement tiene una ubicación de ensueño, a tan sólo algunos pasos del Sena.
Tanto adaptado a las cenas con amigos y las comidas con la familia, como a los encuentros entre artistas o personas de negocios, Monsieur Bleu destaca por ser un espacio híbrido y cosmopolita donde se saborean platos típicos de la cocina francesa.
“Trabajé en este proyecto teniendo siempre en mente a un hombre que podría ser uno de estos personajes elegantes del siglo pasado: dandy, escritor, arquitecto o ingeniero. Inmediatamente quise relacionar a este personaje ficticio con esta brasserie”, comentó el renombrado arquitecto de interiores francés, Joseph Dirand. Además de su perfil burgués y gastrónomo, Monsieur Bleu tiene también
un espíritu libre que hace referencia a Yves Klein, artista neodadaísta del siglo XX.
El restaurante se extiende en una superficie de 300 metros cuadrados más un espacio al aire libre de 600, lo que permite acomodar a 110 personas en el interior y 200 en el exterior. Cuando hace buen clima, los comensales pueden disfrutar de la terraza —una de las más hermosas en París—, que cuenta con una vista excepcional hacia la Torre Eiffel, la cual en invierno se observa desde el interior a través de los amplios ventanales.
En la sala principal, cuyos techos alcanzan nueve metros de altura, conviven varios espacios como el bar y las dos alcobas enmarcadas en mármol. Pensado como un fumoir donde relajarse, el mezzanine cuenta con una pared de ladrillo, elementos pintados de negro y piezas de mobiliario vintage.
A través de este proyecto, Joseph Dirand juega con las percepciones, crea tensiones visuales con la arquitectura clásica y origina distintas sensaciones en los visitantes. El personaje oculto detrás de Monsieur Bleu trabaja, cocina, canta, baila y es la razón por la cual el espacio puede resultar tranquilo, tradicional, profesional o festivo, según los momentos. Hoy parece que el restaurante siempre ha estado aquí y se ha vuelto uno de los lugares de rendez-vous preferidos de los parisinos.