MUSEO DE ARTE KIMBELL
El Museo de Arte Kimbell, del arquitecto Louis Kahn, es uno de mis edificios favoritos. Gracias al manejo de la luz en las atmósferas, esta obra, de las últimas de Kahn, ofrece lo más difícil que la arquitectura puede lograr. Un edificio que pasa desapercibido en primera instancia, pero tras pocos minutos de recorrerlo, la secuencia y la densidad de los espacios generan profundas emociones en la experiencia de habitarlo. El rigor en el uso de los materiales expresan la condición constructiva y la tensión entre ellos para identificar la gravedad y la luminosidad de sus elementos. Un conjunto de componentes que le otorgan mayor valor a lo inmaterial, al vacío que se construye y propone.