PALACIO IMPERIAL DE KYOTO
Aprecio mucho la arquitectura tradicional japonesa, y el Palacio Imperial de Kyoto es el ejemplo perfecto de lo que ésta puede llegar a lograr. Aunque fue construido en 1855, su riqueza narrativa en experiencia sensorial, articulada a partir de los recorridos entre interior y exterior, sigue estando intacta. Asimismo, el manejo sobrio de los materiales y la incorporación de la luz natural hacen que la calidad arquitectónica de este palacio, actualmente convertido en parque público, sea simplemente magnífica.