PABLO LUJAMBIO PURÓN
Pasión multifacética
Pablo siempre ha tenido una inquietud latente por el arte. Después de estudiar en España y Nueva York, su entusiasmo por explorar las diferentes facetas del diseño contemporáneo lo llevaron a realizar labores del entorno artístico. Hoy, este mexicano radica en Bilbao, al tiempo que dirige la Galería Satélite en Querétaro y colabora como diseñador para Casa Gutiérrez Nájera, mientras continúa abocándose al mundo de la arquitectura. La arquitectura es: Un oficio insondable. Frase favorita: ¿Cómo no va a existir Dios si existe el amarillo?, de Eduardo Chillida. Objeto que no debe faltar en el escritorio de un arquitecto: Lápices y folios. Material, color y forma predilectos: Madera, azul oscuro y línea recta. Leitmotiv: “Good design is as little design as posible”, Dieter Rams. Movimiento arquitectónico: El Movimiento Internacional, órgano generador de todos los que me apasionan. Mi música: Peter Gabriel. El must-have para el hogar: Una alfombra. Como diría Donny en Big Lebowski, “It really ties up the room”. Objeto que no puede faltar en mi casa: Una buena lámpara. Museo predilecto: Guggenheim de Bilbao. Proyecto inspirador: El peine del viento, Eduardo Chillida y Luis Peña Ganchegui. Mi mueble favorito: Lounge Chair, de Charles y Ray Eames. Lo último que compré para mi casa: Salero y pimentero Forest Gump, de Stefano Giovannoni y Rumiko Takeda para Alessi. Si pudiera ser alguien más por un día, sería: Buzz Aldrin.