ENTREVISTAS Gregory Envy
El artista plástico ruso y residente de la Ciudad de México, Gregory Emvy, nos comparte su visión sobre el arte.
Tras estudiar arte en Rusia y gracias a su talento, que le permitió exponer sus obras pictóricas en la Frieze Week de Londres, el artista Gregory Emvy ha tenido la oportunidad de absorber culturas de distintas partes del mundo para concebir sus colecciones de obras conceptuales. Hoy, este representante de la nueva generación de vanguardistas nos comparte su pasión por el arte, el camino que lo trajo a vivir a la Ciudad de México y los mayores desafíos que percibe como artista.
¿Cómo empezó tu gusto por el arte?
Desde niño me la pasaba dibujando en cualquier superficie, incluyendo las paredes del departamento en el que vivía con mi familia. Mi abuelo me enseñó a apreciar la naturaleza, experimentar el mundo y leer sus señales. Sin duda, esto me llevó al camino artístico.
¿Cómo ha sido la evolución de tu estilo?
Empecé en el inconformismo y la pintura figurativa, luego me dirigí hacia el avant-garde, donde actualmente experimento con texturas y colores. Utilizar capas de materiales, papeles y pinturas distintas siempre me ha fascinado. Cuantas más capas haya, más significados pueden encontrarse.
¿Cómo definirías tu trabajo artístico?
Mis trabajos son similares a experimentos en sinergia. Combino materiales y los convierto piezas originales. En mis obras siempre busco encontrar definiciones de belleza, de mí mismo y de mi lugar en el universo.
¿Es tu arte un reflejo de ti mismo?
Claro. Cuando estoy trabajando no pertenezco a mí mismo. Mi mente está clara y mis manos actúan sin guía. Ésta es la parte mágica de mi trabajo. A veces estoy feliz, otras triste, pero todas las emociones son hermosas, crean dinámicas que evolucionan mi conciencia.
¿Cómo es el proceso detrás de tus obras?
Cada obra depende del estado de ánimo en que esté. Utilizo metal, hormigón, neón, vidrio y aceite, y en cada
pieza intento representar el pensamiento humano. No hay nada más hermoso que el progreso, y mi objetivo inmediato es expresarlo sobre el lienzo.
Vives entre Moscú, Londres y Ciudad de México. ¿Cuál es la diferencia entre estas ciudades?
Me gusta pensar que soy un ciudadano del mundo y que encuentro belleza en cada lugar. Moscú se enfoca en tiempos y entregas. En cuanto a la comunidad artística, Londres es un poco más cruel. Se evalúan las obras de arte, mientras que la personalidad del artista se ve ignorada. México es lo contrario. Aquí la gente está interesada en el contacto humano.
¿Qué te trajo a vivir en la Ciudad de México?
Obtuve un permiso de residencia y estudios que me permitió vivir y trabajar en Puebla. Éste es un país único, lleno de vida, colores y talentos. Aquí me gusta el clima, la gastronomía y la gente. Ni se diga los museos; además, los mexicanos son tan abiertos y bondadosos. Siempre siento su deseo de evolucionar.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío y mayor satisfacción como artista?
Mi mayor desafío es estar a la altura de mi propia demanda. Mi mayor satisfacción es ver que las personas sienten emociones cuando observan mis obras. y recordarles que son capaces de sentir.