UNA “HACIENDA” EN LA CIUDAD
CARLOS Y GERARD PASCAL CONCIBEN UNA CASA ESPECTACULAR CUYO ENTORNO NATURAL BRINDA ARMONÍA Y CALIDEZ.
Carlos y Gerard Pascal conciben una casa espectacular cuyo entorno natural brinda armonía y calidez.
Un terreno de dos mil 500 metros cuadrados alberga una residencia que a primera vista luce un estilo contemporáneo en grandes espacios abiertos. Sin embargo, por el orden constructivo, el equilibrio en el uso de elementos y materiales, su grandeza y magnitud, así como por el empleo de detalles rústicos y vernáculos es, mejor dicho, una hacienda mexicana absolutamente moderna y vanguardista. El proyecto se desarrolla en un nivel que se divide en dos cuerpos interconectados por medio de un pasillo de cristal; los espacios interiores presumen gran amplitud y techos de cuatro metros de altura, y se abren al exterior mediante muros de vidrio que se conectan de manera orgánica con los jardines que rodean la vivienda. Es una casa en un paraje verde lleno de árboles, plantas y flores. Parece que no hay espacios cerrados, y aún así se logra una grata intimidad con sabor a campo y a provincia, a pesar de estar ubicada en una zona exclusiva de la Ciudad de México. El primer cuerpo contiene las áreas públicas: sala, comedor, bar, un estudio y un cuarto familiar que se conecta con la cocina. Todas estas áreas presentan terrazas con vistas al jardín. La alberca también es un punto central. El segundo cuerpo contiene las recámaras, así como sala de juegos y de televisión y una biblioteca. En el sótano se encuentra el estacionamiento, un gimnasio y spa con vestidores, una salida a un jardín con fuentes y una casa para el servicio.
En el exterior, grandes muros de cantera soportan techos de loza que dan una imagen de ligereza al estar escalonados formando arcos. El estilo vernáculo contemporáneo se reafirma por el uso de la piedra como elemento principal, cantera Galarza, pisos de madera de roble y de encino avejentado, y vidrio en grandes cantidades para dar una imagen limpia y enraizada con el entorno. “Me preocupaba no lograr absoluta privacidad y calidez en la casa por estar tan expuesta al paisaje, pero lo conseguimos guardando proporción en espacios y alturas, con el uso de una paleta de color neutra, y por medio del manejo de los materiales y el mobiliario. No hay estridencias ni rebuscamientos”, comentó el arquitecto Gerard Pascal. La decoración es de estilo moderno y presenta una importante colección de arte contemporáneo. La mayoría de los muebles se mandaron a hacer a medida con el mismo despacho de arquitectura, asimismo, hay algunas piezas de Christian Liaigre, Dakota Jackson y Mcguire Furniture, entre otros que se trajeron de Europa y de Estados Unidos. También, se colocaron tapetes del estudio Samad elaborados por el artista Rex Ray. Por otro lado, el diseño de iluminación incluyó lámparas de firmas como Circa Lighting y Jonathan Browning.
“Fue un trabajo en conjunto con el cliente, una pareja joven. Se hizo de acuerdo a sus necesidades y se creó una casa entrañable con toques de hacienda. Hay jardines, fuentes y elementos dramáticos como las macetas colocadas de manera escultórica, o el uso de la piedra para resaltar la esencia de la casa”, remató Gerard Pascal sobre esta residencia cuya magnificencia impacta al visitante y lo enamora por su encanto.
“AUNQUE ES UNA CASA PARA SER HABITADA, EL OBJETIVO DE ESTA RESIDENCIA ES IMPRESIONAR”, GERARD PASCAL.