PAZ INTERIOR
FRANCISCO HANHAUSEN CONCIBIÓ SU HOGAR CON UNA ARQUITECTURA SIN ESTRIDENCIAS Y UN DISEÑO SUBLIME.
Francisco Hanhausen concibió su hogar con una arquitectura sin estridencias y un diseño sublime.
Con naturalidad y a base de pequeños gestos, el arte y los muebles se funden en un clima de tranquilidad y pureza. La casa que el arquitecto Francisco Hanhausen se proyectó se encuentra rodeada de naturaleza y ve hacia Santa Fe, en Ciudad de México. Es cosmopolita, sobria, conservadora, pero a la vez moderna. Hanhausen ha creado en más de 30 años de trayectoria, espacios comerciales de oficinas y hoteles con el estándar de calidad más alto, y un diseño visionario que ha impuesto tendencia en muchos de ellos. Sus casas son refinadas y por demás confortables con un toque de elegancia pocas veces visto. No se le puede encasillar en un estilo concreto porque da muestras de no tenerlo, crea cada proyecto de acuerdo al perfil de sus clientes, lo cual hace único su diseño.
Es arquitecto y ha sido profesor de asignatura en Diseño de Interiores, ha creado proyectos de remodelación, arquitectónicos y de interiores en más de 100 residencias en la Ciudad de México y al interior de país, además en ciudades como Miami, Madrid, Nueva Jersey, Nueva York y St. Goar, Alemania.
En su casa pudo hacer arquitectura para su disfrute; en dos niveles, aunque prácticamente sólo se usa uno, y con fachadas en gris oscuro y techos bajos, pero con ventanales de piso a techo que recorren toda la fachada interior de propiedad y se colma de iluminación cada ambiente interior. “Todo está a la mano, quería una casa fácil de caminar, con una arquitectura limpia y sin complicaciones que conecte interior con exterior, que la vegetación nos arrope y quien venga se sienta bien recibido. Los interiores siempre están en proceso, hay muchos objetos y piezas que he ido coleccionando; esta es una casa nueva, pero con mucha esencia y alma, porque tiene todo lo que he ido atesorando a lo largo de mi vida”, compartió el arquitecto Francisco Hanhausen.
La distribución de los espacios es franca; no esconde nada. Hay un pequeño recibidor que inmediatamente comunica al comedor para seis personas y a la sala de estar, desde donde se puede apreciar gran parte de la ciudad. La sensación de integración es total y se siente libertad para recorrer cada espacio, ir y venir de la mesa del comedor; bien puedes estar disfrutando del viento y de repente resguardarte al interior sin perder la sensación de tranquilidad. Un tercer espacio es la biblioteca y el salón de televisión, cerca está el baño de visitas que destaca por su buena iluminación natural y un mármol blanco muy bien seleccionado, lo cual nos da cuenta de que quien diseño cada detalle es un arquitecto por demás experimentado, quien no deja nada al azar, cada detalle fue tan bien cuidado que no hay imperfecciones en el espacio. Por último, hay dos recámaras y un estudio que tienen vista hacia la barranca y presentan un ambiente más íntimo.
“SI NO HAY IMAGINACIÓN EN LA ARQUITECTURA Y EN EL DISEÑO DE INTERIORES, EL PROYECTO ESTARÁ DESTINADO AL FRACASO, O NO SERÁ UN CONJUNTO ARMONIOSO QUE ENVEJEZCA CON DIGNIDAD”, FRANCISCO HANHAUSEN.