TEXTURAS DRAMÁTICAS
La interiorista So ía Aspe diseñó una residencia artsy con carácter masculino y so isticados toques retro.
La interiorista Sofía Aspe diseñó una residencia artsy con carácter masculino y toques retro.
hhabitar un departamento con vistas espectaculares al Bosque de Chapultepec es un grato privilegio. Sin embargo, esta experiencia puede ser aún más gozosa gracias a la visión de una interiorista como Sofía Aspe, quien se encargó de diseñar una sofisticada residencia con tintes artsy y retro en la Ciudad de México.
En este proyecto, la inspiración principal fue el propio cliente, con quien la diseñadora comparte una visión estética similar, punto clave para lograr una colaboración fluida, en confianza y sin restricciones creativas.
“Mi inspiración fue mi cliente, un hombre joven; de allí que los espacios sean masculinos y modernos. El proyecto tiene acabados de lujo y contemporáneos, pero a la vez atemporales, que envejecerán bien con el tiempo”, compartió Sofía Aspe. Uno de los sellos de la interiorista es el juego de texturas en perfecto balance que sobresale en cada uno de sus proyectos, y esta residencia no fue la excepción.
“El juego de texturas es clave para mí. Por ejemplo, el cristal avejentado, el dramatismo de las vetas de los mármoles y granitos, la calidez y el color suave de la duela, los tonos térreos del nogal, el lujo y la sensación de confort de las telas en cortinas y cojinería, y el color y los patrones a través de los
tapices. Estas texturas dan carácter y personalidad al espacio y coexisten de manera armónica”, aseguró.
Asimismo, ese equilibrio se extiende al mobiliario, los accesorios y las obras de arte, pues se seleccionaron tanto piezas contemporáneas como objetos icónicos, tales como la chaise longue LC4 de Le Corbusier, la silla Barcelona para la recámara o el candil de los años 60 de Dirk Jan Kinet ubicado en el comedor.
El impacto del arte fue tan importante para la diseñadora que incluso definió la paleta de colores a partir de la pieza de cerámica de Adán Paredes y los óleos de Omar Sáenz y Carlos Mérida. “Inspirada en esas piezas elegí tonos azules y blancos con toques de rojo para la sala-comedor y la recámara. En el caso de la cocina, gris, azul y negro, mientras que para la sala de baño se eligieron distintos matices de verde”, indicó Aspe.
Gracias a la colaboración con Artigas Arquitectos, se logró que los ambientes tuvieran la amplitud y la funcionalidad necesarias, particularmente la recámara principal y el comedor.
“Mi espacio predilecto es la sala-comedor, por las impresionantes vistas al Bosque de Chapultepec, y por la mesa azul de granito, que es espectacular. Es un espacio lujoso, masculino y colorido, que parte de un México contemporáneo, artístico y con propuesta”, concluyó la interiorista. •