OLÉ BONITA!
El balance entre lo masculino y lo femenino sobresalen en esta vivienda barcelonesa.
eEquilibrio, luz y una sencillez fresca y apacible son las cualidades que destacan en esta vivienda de 230 metros cuadrados en Muntaner, la zona alta de Barcelona. En ella, el tándem formado por la interiorista Meritxell Ribé y el arquitecto Josep Puigdomènech, fundadores de Meritxell Ribé-the Room Studio, realizaron una renovación en el interior para lograr un espacio luminoso, amplio y actual, respetando la historia y conservando algunos de los elementos originales de la casa.
Los propietarios adquirieron esta antigua residencia, y el principal objetivo en la reforma fue la redistribución de los espacios para establecer áreas homogéneas y fluidas. Se crearon estancias capaces de dialogar entre sí caracterizadas por su elegancia simple y personalidad alegre. Elementos contemporáneos se combinan con detalles arquitectónicos originales dando lugar a áreas con un distintivo único, como el marco que da paso a la habitación principal y las molduras en el techo del comedor que aportan un toque original.
En la cocina, la gran protagonista es la isla central iluminada por un par de lámparas rojas suspendidas, las cuales componen un entorno acogedor y sencillo. Se decidió abrir el espacio al comedor para aumentar la luminosidad, crear una conexión con la estancia y procurar la continuidad del espacio.
Los propietarios pidieron a los diseñadores un proyecto que contara con un despacho anexo al comedor, en donde se ubicó el equipo de música. En otro, se creó una sala de cine equipada con
lo último en tecnología de proyección, ya que son muy aficionados. En la sala de estar destaca el mobiliario contemporáneo en colores vibrantes que hacen del área un espacio vivo y creativo que se completa con la gran librería hecha a la medida y una chimenea central. En la habitación se colocó un papel tapiz en la pared de la cabecera que contrasta con el resto de elementos. Además, se añadió una zona de televisión anexa a una terraza para disfrutar de las espectaculares vistas de la ciudad. En la sala de baño se colocaron piezas cerámicas en color blanco que añaden ligereza y se fusionan con el papel vinílico en colores neutros componiendo un ambiente íntimo y equilibrado.
En los muros se emplearon colores neutros y atemporales que contrastan con otros brillantes y más atrevidos. El resultado es una serie de atmósferas bien equilibradas gracias a los complementos de mármol de diferentes tonalidades, textiles naturales, vidrio y objetos escultóricos. En cuanto a los materiales, Meritxell Ribé-the Room Studio optó por maderas naturales, así como otros cálidos y nobles. La reforma de interiorismo contempló también el uso de domótica en toda la vivienda, dotándola de tecnología y confort. Diferentes ambientes y escenas lumínicas marcan cada uno de los espacios y generan una personalidad propia, además de un alto grado de armonía.