TRAZOS FRANCOS
Este hogar familiar en la Ciudad de México destaca gracias a su paleta de colores pura y a sus materiales honestos.
En la colonia Lomas de Bezares, al poniente de la capital mexicana, un antiguo laboratorio fue transformado en un edificio residencial de estilo industrial donde se aloja el proyecto ganador de Diseño Interior Residencial de Iconos del Diseño 2018. Ideado por Taller ADG — liderado por Alonso de Garay—, en colaboración con Micaela de Bernardi, para el interiorismo y la selección de mobiliario, este espacio brilla por su estilo honesto y libre de pretensiones.
El lugar, que se extiende en una superficie de 653 metros cuadrados, fue transformado en un departamento tipo loft. “El concepto rector es la convivencia familiar”, destacó De Garay.
Al entrar, se descubre un espacio de doble altura amplio y luminoso que reúne el comedor y la sala de estar con chimenea. Un extenso túnel conduce a la zona privada, que cuenta con una oficina. Este espacio de trabajo da acceso al dormitorio principal, que posee closets amplios (para él y ella), así como una regadera de vapor y una tina.
La oficina-estudio comunica también a la zona clave de la vivienda, conformada por la escalera que fue utilizada para crear un family room de ensueño. En este espacio original se jugó con los niveles y descansos para concebir una sala de cine donde hay una gran televisión y un sistema de audio high-end, así como rincones para leer y descansar.
La “family/escalera” conecta la habitación principal con las recámaras de los niños, que ocupan el mezzanine que fue añadido en el marco del proyecto. “Debido al programa tan extenso que nos dio el cliente, se le agregó a la residencia un tapanco, aprovechando la gran altura para generar otra área de recámaras,” comentaron los arquitectos de Taller ADG. El loft alberga también una bodega, una terraza y un área de servicio.
Dos materiales principales, que contrastan y se equilibran al mismo tiempo, fueron utilizados en todos los espacios: el concreto, que se caracteriza por su carácter bruto y franco, y la madera, que brinda calidez a todo el espacio.
La luz natural se combina con la iluminación artificial suave y delicada. Los tonos grises, negros y beige de las piezas de mobiliario, las lámparas y los accesorios, crean una atmósfera apacible, enfocada en lo esencial.
Las líneas depuradas de la arquitectura y del diseño interior refuerzan la estética minimalista y contemporánea de este proyecto, concebido en torno a un estilo de vida familiar en donde compartir es lo más importante. •
Las líneas depuradas de la arquitectura y del diseño interior refuerzan la estética minimalista y contemporánea.