Oasis artesanal
En Valladolid, uno de los pueblos mágicos de Yucatán, Colonté Hotel Origen es un remanso de paz de 10 habitaciones que honra la naturaleza.
Al trazar este proyecto, los jóvenes arquitectos Daniela Álvarez y Jaime Peniche, de la firma Artesano México, tenían un objetivo claro: “crear un santuario de paz y descanso en el corazón de la ciudad de Valladolid, permitiendo a los huéspedes desconectarse del exterior”.
Con sólo 10 habitaciones, exuberantes jardines y una piscina rodeada de vegetación, Colonté Hotel Origen se enfoca en la simplicidad y la belleza de la naturaleza. El equilibrio, la tranquilidad y la contemplación son algunos conceptos clave en este sitio donde uno se siente alejado de todo.
“Buscamos crear un balance entre todos los elementos del lugar, conservar preexistencias, tanto naturales como lo previamente construido por el hombre, crear un ambiente en donde todos los elementos se conecten uno con el otro y donde la naturaleza sea protagonista”, destacó el dúo.
Ubicado en un predio donde hay árboles endémicos y donde se encontraba una casa tradicional maya, el proyecto se basó en el profundo respeto por el entorno natural. “La arquitectura existe en balance con la naturaleza, en un lugar donde la piedra, el agua y el sol se combinan para crear un ‘lujo local’, un hogar fuera de casa”, comentaron Daniela Álvarez y Jaime Peniche. Para los mayas, la tierra es un lugar sagrado y mágico y esta magia se puede sentir y encontrar al estar en contacto con los elementos naturales, entre las plantas y las rocas, en los cenotes y los árboles. Colonté es una oda a esta filosofía.
El jardín central del hotel es el espacio de encuentro entre los distintos edificios y las áreas de servicio, públicas y privadas. Envueltos por la vegetación, los espacios sociales se integran armoniosamente y fueron amueblados con piezas hechas a la medida. Las habitaciones cuentan con un patio privado en donde cada árbol tiene un color distinto, lo cual inspiró la paleta cromática en el interior.
“A través de la interacción de lo humano con lo natural, de lo preexistente con lo nuevo, la arquitectura y el interiorismo crean una experiencia única donde la intención es que el usuario sea consentido por el entorno”, finalizaron los arquitectos.