ILUSTRACIÓN
Cuatro ilustradores mexicanos, con estilos e inquietudes diversas, nos empapan de su proceso creativo: un arte visual complejo que va más allá de lo editorial.
No es diseño, es arte.
ENRIQUE LARIOS Nostalgia, surrealismo y magia.
Larios, quien define su sello como “surrealista, naïf y en algunas ocasiones, cubista”, mostró interés por el arte desde muy joven. Su expresiva obra es una catarsis personal; representa memorias que a través de la abstracción encuentran puntos en común con el espectador. “Muchas de las piezas tienen que ver con algo que me pasó, por lo general, con temas amorosos [...] Me gusta mucho usar estrellas como representación de lágrimas, la idea nace de transformar algún suceso triste o doloroso en algo más bonito, en algo que brilla en la oscuridad.” Los simbolismos y el color funcionan como un deus ex machina que ofrece una luz al final del túnel.
CECILIA RUIZ El arte de contar historias.
Cecifonik es una erudita en la materia. No sólo la avala la academia, ha logrado escalar en el mundo editorial hasta los tomos internacionales más prestigiosos y concebir sus propios mundos plagados de mexicanidad y emoción, ya sea en la ilustración, el diseño gráfico o la narrativa. “Es difícil tratar de categorizar mi sello, pero creo que en parte deriva de la escuela de grabado mexicano [...] Creo que en todo mi trabajo, sobre todo en mis libros, hay un sentido de tragedia que a veces raya en lo cómico”, Cecilia Ruiz.
FEDERICO JORDÁN Abrazar el caos y la complejidad.
Se trata de uno de los pioneros en el oficio. Su primera ilustración fue publicada en 1989, época en la que “los ilustradores se contaban con los dedos”, como lo explica el creativo mexicano. Su obra es libre de pretensiones y evoluciona constantemente, factor vital para posicionarlo como uno de los representantes máximos de la ilustración contemporánea en México: “No creo en el estilo. ¿Para qué serle fiel? El estilo no tiene lealtad, siempre cambia”, Federico Jordán.
EMILIA SCHETTINO Feminidad en su máxima expresión.
Estudió diseño gráfico motivada por el interés que desde pequeña mostró hacia el dibujo. Su primera colaboración editorial marcó su vida, pues encontró la confluencia entre pasión y profesión. Pronto su nombre se dio a conocer y comenzaron a buscarla de medios prestigiosos. Su obra no debe pasar desapercibida, pues forma parte de la nueva generación de artistas mexicanas que abren las puertas de las artes visuales a un camino más diverso e incluyente.
Quiero comunicar lo grandes que somos y que lo femenino no es débil, ni malo, ni poco, sino todo lo contrario EMILIA SCHETTINO