LABRADO EN PIEDR A En Michoacán,
En las playas de Michoacán emerge un espacio de descanso que parece haber sido esculpido por el oleaje del mar.
emerge un espacio de descanso que parece haber sido esculpido por el mar.
“SJAIII surge, de manera conceptual, de las relaciones entre los distintos elementos naturales del contexto”, CDM CASAS DE MÉXICO.
eEn la apacible playa de San Juan de Alima, Michoacán, en una pendiente pronunciada y rocosa los arquitectos Javier Dueñas y Jaime de Obeso, líderes del despacho CDM Casas de México, basado en la ciudad de Zapopan, Jalisco, se dieron a la tarea de concebir SJAIII, una pequeña terraza y alberca de gran impacto, adosadas a una casa de playa preexistente.
Este espacio pacífico, sencillo y acogedor surgió gracias a la exploración de los distintos elementos del contexto natural privilegiado, “se inspira en el mutualismo del que la naturaleza es capaz, permitiendo que la vida brote en un paisaje que bajo condiciones diferentes sería inerte”, expusieron los creativos de CDM. El escenario rocoso, con una densa vegetación dominada por especies endémicas, sumerge al ser humano en una atmósfera única, conduciendo inevitablemente la vista hacia el mar. Esto marcó las primeras pautas para desarrollar el proyecto arquitectónico.
“Inicialmente, el programa consistía en una palapa y una
alberca. Sin embargo, bajo este escenario idílico, la idea de imponer el programa sobre el sitio casi de manera accidental resultaba vacía de verdadero significado. Así, la techumbre inconexa de la palapa fue reimaginada más bien como una cubierta que se extruye desde el mismo cerro hacia el océano, mientras el agua inunda la piedra para generar la alberca, como un charco dejado atrás por las mareas bajas”. Así, diseñaron un techo plano que genera un espacio interior protegido del sol y la lluvia y refuerza la conexión con el exterior a través de un extenso muro de piedra y acentos rojizos en madera de cedro. Una escalera conduce hacia uno de los elementos más impactantes de SJAIII, la piscina, que fue tallada en una gran formación rocosa. Ésta sobresale por las baldosas en varios tonos de azul y las zonas expuestas de la piedra.
En la búsqueda constante del estudio mexicano CDM por mantener siempre la relación entre lo construido por el hombre y lo natural, el interior de la terraza se abre completamente para volverse uno con el entorno. Creando con ello un mirador hacia el mar durante el día, y un espectacular observatorio de estrellas por la noche.