AD (México)

PARTY HOUSE

El diseñador Ken Fulk y el arquitecto Víctor Legorreta dan vida a un increíble destino en México.

- POR KEN FULK • FOTOGRAFÍA DOUGLAS FRIEDMAN

El diseñador Ken Fulk y el arquitecto Víctor Legorreta dan vida a un increíble destino en México.

cComo muchas de las mejores historias, todo comenzó con una copa de vino. Mientras disfrutába­mos de una botella de Casa Grande durante unas vacaciones en México, mis clientes bromearon con que ése sería un gran nombre para una casa de fin de semana. No se imaginaban que este apodo se convertirí­a en realidad.

He conocido a estos clientes durante mucho tiempo; desarrolla­mos una amistad basada en una visión compartida de que la vida es corta y que la manera en la que decides vivirla es lo que realmente importa. Cuando emprendimo­s este proyecto, ya habíamos colaborado en una casa y habíamos compartido aventuras que solían terminar con personas bailando sobre las mesas a altas horas de la noche. Como resultado, habíamos desarrolla­do una idea de cómo queríamos que esta residencia se viera y se sintiera. La familia deseaba un lugar al cual poder escapar, donde se pudieran reunir con amigos, un sitio en el que pudieran soltar las riendas y celebrar.

Admiraban desde hacía mucho las obras de Ricardo Legorreta, y esperaban algún día tener una casa diseñada por su aclamado despacho. Su petición inicial fue tener un hogar distinto a cualquier casa que pudieran haber visto. Se inspiraron en la espectacul­ar vista al océano y en sus memorias más afectuosas de sus destinos de playa favoritos alrededor del mundo: Tulum, St. Barts, Ibiza, Mykonos. La tarea de traducir estas referencia­s a un lenguaje visual cayó sobre mis hombros. A través del esfuerzo coordinado entre mi equipo, Víctor Legorreta, la arquitecta del proyecto, Marcela Cortina Rodríguez, y los clientes, se desarrolló una narrativa colectiva.

Desde el comienzo supimos que esta casa iba a ser grandiosa, no sólo por su tamaño, sino por su estética. Legorreta diseñó una morada de más de 2 mil metros cuadrados que se revela lentamente al entrar y recorrer sus espacios que, eventualme­nte, suben hacia un área donde te recibe una vista al Mar de Cortés y su esplendoro­so color azul. Por ser una casa tan grande, es indispensa­ble que no la

En el comedor del patio, la mesa es de Sutherland y las sillas de Rooms y Christian Astuguevie­ille.

Se trata de algo más que construir una hermosa casa. Se trata de montar el escenario ideal para experienci­as.

recorras toda al mismo tiempo, sino que vivas un sentimient­o de exploració­n sin estar seguro de qué vendrá después.

“Queríamos crear una gran sorpresa al entrar a la casa”, cuenta Legorreta sobre la entrada que lleva hacia un patio central de dos pisos pintado en el tono rosa que ha sido sinónimo de su apellido desde que su padre fundó el despacho, en 1965. “Este sentido de misterio es muy común en la arquitectu­ra mexicana. Es una arquitectu­ra que trata sobre las emociones, una que te hace descubrirl­a mientras la recorres. De ahí pasas a patios y jardines más pequeños que crean atmósferas especiales para espacios mucho más íntimos”.

Queríamos crear un sentimient­o de alteridad: un oasis en medio del desierto de Baja California. De hecho, detalles con agua a lo largo de la casa hacen que ésta se sienta como si fuera una isla flotando sobre el mar. Hicimos hasta lo imposible por desaparece­r la línea entre la alberca y el océano, y ocurrió lo mismo al realizar el resto de los acabados. Sabiendo lo mucho que estos clientes aman el color, la textura y los patrones, elegimos materiales relativame­nte simples que sostuviera­n todo el glamour, pero que al mismo tiempo se sintieran relajados y que se mantuviera­n fieles al paisaje árido: tablones anchos de madera en tonos blanquecin­os, pisos de piedra pálida, muros en colores cremosos y puertas talladas a mano en madera clara.

Para llevar más lejos esa vibra relajada, construimo­s muebles incorporad­os a la vivienda formados con el mismo yeso que los muros. Esto de inmediato le dio un toque de ligereza sin complicaci­ones y permitió que los muebles que introdujim­os se sintieran más como las joyas que adornan los espacios. Nuestra selección incluye una mesa española respaldada por dos gabinetes modernista­s que crean un bar casual en la sala, un sofá por Mattia Bonetti, y una repisa escultural diseñada por Zaha Hadid. Textiles hechos a mano en México añaden color y textura a las habitacion­es.

Al final del día, se trataba de algo más que simplement­e construir una bella residencia. Se trataba de montar un escenario donde se pudieran vivir experienci­as. Estos clientes realmente entienden que una casa de descanso es donde se crean memorias. Así que consideram­os cómo se vería una cena para 30 personas, dónde podría colocarse un DJ y qué amenidades podrían querer los invitados en sus suites. Creamos una identidad de marca completa, incluyendo un logotipo, una tipografía, y una paleta de color que identifica­ra a este resort tan memorable: Casa Grande.

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 ??  ?? La chimenea lineal hecha a la medida está rodeada por asientos de Kettal, Palecek y Paola Lenti. Las pequeñas mesas africanas son de John Dickinson, y las mesas cocteleras de Sutherland.
La chimenea lineal hecha a la medida está rodeada por asientos de Kettal, Palecek y Paola Lenti. Las pequeñas mesas africanas son de John Dickinson, y las mesas cocteleras de Sutherland.
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 ??  ?? En el patio central color rosa, un allée de palmeras encuadra la vista hacia el horizonte.
En el patio central color rosa, un allée de palmeras encuadra la vista hacia el horizonte.
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 ??  ?? En la alberca, sombrillas de Santa Barbara Designs dan sombra a las coloridas chaise longues de Leisure Creations.
En la alberca, sombrillas de Santa Barbara Designs dan sombra a las coloridas chaise longues de Leisure Creations.
 ??  ?? Textiles con llamativos patrones dan vida a todos los espacios a lo largo de la casa.
Textiles con llamativos patrones dan vida a todos los espacios a lo largo de la casa.
 ??  ?? Arriba Camas personaliz­adas montadas en la pared dentro de la suite Zippers revestidas con blancos de Leontine. Lámparas de pared de Obsolete; lámparas de algodón teñidas y personaliz­adas de Alex Randall; tapete de Mark D. Sikes para Merida.Abajo Baldosas oaxaqueñas de cemento encáustico personaliz­adas añaden encanto a los baños.
Arriba Camas personaliz­adas montadas en la pared dentro de la suite Zippers revestidas con blancos de Leontine. Lámparas de pared de Obsolete; lámparas de algodón teñidas y personaliz­adas de Alex Randall; tapete de Mark D. Sikes para Merida.Abajo Baldosas oaxaqueñas de cemento encáustico personaliz­adas añaden encanto a los baños.

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