ARQUITECTURA
A través de una propuesta innovadora de separación de áreas, Fernanda Canales logró la adaptación impecable de una residencia al contexto vegetal que la rodea.
Explosión sensorial.
Casa Bruma, ubicada en el Estado de México, se compone por una serie de bloques de concreto negro cuya ubicación y orientación responden a la naturaleza que la rodea. De esta manera, se maximiza la entrada de luz solar y se favorecen las magníficas vistas. Al mismo tiempo, y mediante la separación de los cuerpos que conforman la vivienda, se logró respetar la ubicación original de los árboles que existían en el terreno.
La residencia está conformada por nueve volúmenes independientes. Cada uno posee una función específica y, al mismo tiempo, cumplen con una relación entre uno y otro dependiendo de las actividades que se lleven a cabo en cada bloque. Ejemplo de ello es el gran corredor techado que une los cuerpos que albergan la cocina, el comedor, la sala de estar y la recámara secundaria, sobre la cual se ubica la habitación principal en un segundo nivel. El programa es complementado por dos recámaras para invitados, área de servicios y garage. Todos los volúmenes, cuyas alturas son diferentes, fueron construidos alrededor de un patio central que crea una atmósfera de priva- cidad e integra todos los espacios. El área natural que rodea Casa Bruma, y que se asoma entre los ventanales, fue complementada con el paisajismo diseñado por Claudia Rodríguez. Esta residencia explotada redefine los conceptos tradicionales de una vivienda donde la separación programática de los bloques se contrapone con la utilización de muy pocos materiales, como el concreto negro aparente, la madera, la piedra natural y el cristal.
Las azoteas de los bloques son planas y la mayoría contiene un jardín elevado que favorece la adaptación al entorno natural. Asimismo, en dos de ellas se colocaron terrazas para el disfrute del paisaje boscoso. Una de estas terrazas se encuentra sobre el estudio que, a su vez, está localizado sobre el comedor. A la segunda terraza, la más pública, se accede mediante unas escaleras en el patio central.
La combinación de los materiales seleccionados para las fachadas y los interiores, aunada a la arquitectura de paisaje, otorgan a la casa una armonía y un equilibrio excepcionales y la hacen parecer un elemento más del paisaje donde se emplaza.
La combinación de los tonos oscuros con la piedra, la madera y los grandes fusión de la ventanales completan la casa con su entorno boscoso.