Arquitectura ideada para honrar el contexto natural.
Arquitectura ideada para honrar el contexto natural.
La comunión entre la naturaleza y una obra es una de las primeras lecciones que todo arquitecto descubre al inicio de su formación. Lo anterior lo llevará a respetar en cada proyecto el paisaje urbano o natural, logrando así concebir composiciones que lleven a los usuarios a un máximo disfrute de los espacios. Un magnífico ejemplo de ello lo encontramos al interior de un barrio residencial en São Paulo, Brasil, donde emerge Box House, una residencia creada por el joven arquitecto Flavio Castro para ser habitada por él mismo.
Castro tomó como concepto arquitectónico usar sólo materiales en su forma más natural y pura como la madera, el cristal y el acero, “con dichos componentes formé una caja opaca, que antes parecía pesada y ahora es sostenida por otra de vidrio situada en la planta baja que la hace flotar y que, además, se abre hacia la vida social y se cierra en la intimidad”, expresó el arquitecto Flavio Castro.
Para lograrlo, se establecieron tres tipos de relación de la residencia con el entorno inmediato. La primera fue en la planta baja, donde se ubicaron las zonas sociales, las cuales se crearon de manera abierta para disfrutar el jardín tropical. Éste fue reforzado por los muros perimetrales y por canceles corredizos de cristal —que al abrirse eliminan el límite entre lo interno y lo externo—, convirtiendo todo en
“El paisaje establece un diálogo interesante con la arquitectura contemporánea propuesta”, FLAVIO CASTRO.
una sola atmósfera. La segunda relación con el contexto se aprecia en el primer nivel, donde ocurrió lo contrario, ya que las fachadas se pueden cerrar completamente al exterior o abrirse a través de puertas de acero mini-flave, elemento que bloquea la incidencia solar directa y al mismo tiempo garantiza la privacidad en las recámaras. Dicha piel además posee varias ventajas como ser aislante acústico, tener gran resistencia y asegurar la ventilación natural.
Por último, la tercera es en la azotea (o roof garden), concebida como un auténtico belvedere urbano, desde el cual es posible disfrutar por las tardes las espectaculares puestas de sol que ofrece este paisaje brasileño.
Para el interiorismo se utilizó mobiliario de las marcas Estudio Bola, Moroso, Foscarini, Vibia, BD Barcelona, así como piezas hechas especialmente para el lugar por Fcstudio, como la mesa del comedor y la de centro de la estancia, todo fabricado en colores intensos que resaltan de manera perfecta con los muros, pisos y techos en tonalidades blancas, permitiendo así que cada una de las piezas luciera su increíble diseño. Igualmente, para los muebles fijos de la cocina y baños se utilizó madera obscura Sayerlack.
La arquitectura de paisaje de Box House fue pensada para que el residente lograra olvidar que se encuentra en el interior de una gran metrópoli, pues además del jardín tropical trasero se diseñó uno vertical en las paredes, otro en la azotea, y finalmente uno en las aceras de la calle.