SANTUARIO MARINO
Un hogar de verano con un estilo original y plural logra cautivar la costa de Nayarit.
Un hogar de verano con un estilo original y plural logra cautivar la costa de Nayarit.
La composición entre la brisa marina, la vegetación selvática y el clima de Punta Mita, península privilegiada de la costa nayarita en el Océano Pacífico, fueron la mayor inspiración para la propuesta de interiorismo de la diseñadora Kenya Rodríguez del despacho Mumo Interiores, en la remodelación de la residencia de playa Villa Amanecer, misma que fue hecha para una pareja jalisciense con cuatro hijos. “Fueron estas condiciones climáticas y ecológicas las que provocaron que buscáramos que el diseño no sólo fuera congruente con su entorno, sino que lograra ampliar la experiencia del habitante de verse rodeado de vegetación, sol, viento y mar”, explicó Kenya Rodríguez. Para lograr su objetivo utilizó materiales naturales y endémicos, generando una paleta de acabados en la que conviven maderas tropicales, tejidos orgánicos, linos, piedras y mármoles.
En cuanto a los objetos decorativos, las creativas de Mumo optaron por una diversidad de piezas de estilo mexicano con algunas “otherness”, es decir, elementos de tierras enigmáticas, como esculturas proto geométricas, pátinas oscuras, hilados, patrones étnicos y accesorios tribales. En otras palabras, la mejor manera de definir el objetivo de diseño de Villa Amanecer sería decir que es la mezcla perfecta de componentes, tonalidades y conceptos que generan un santuario familiar dedicado a la convivencia, al descanso, a la contemplación y al gozo.
Por su lado, la selección de las obras de arte que da personalidad a los diversos espacios de la casa pertenece a tres grandes artistas mexicanos: Gonzalo Lebrija, José Dávila y la fotógrafa Fernanda Leonel.
Entre los detalles que dieron un giro completo a la estética de la residencia está la renovación de la carpintería, misma que para las autoras es una parte fundamental de su intervención, al simbolizar calidez y al considerarla como el primer material que integra un ambiente de playa, por ello decidieron recurrir a maderas tropicales como la parota y el tzalam, la primera, caracterizada por su bello color dorado y sus llamativas vetas y, la segunda, por su resistencia y dureza.
Por otra parte, el reto más difícil que tuvieron que enfrentar al realizar este proyecto, narra la creativa Kenya, fue “coordinar interiorismos en viviendas fuera de la ciudad, ya que los climas cálidos limitan el tipo de mobiliario que puedes utilizar, pues la humedad y el calor pueden dañarlos”. Además, fue un gran desafío adaptarse a los muebles existentes y combinarlos con los nuevos para que se apreciara un trabajo totalmente reciente y fresco. Y para lograr lo anterior, emplearon marcas mexicanas como Onora Casa, Namuh, Wabi Gallery, Ad Hoc y otras firmas internacionales como Restoration Hardware, Tribù y Cane-line; “así como otros elaborados por nosotros”, agregó Kenya. Al mismo tiempo, para ayudar a delimitar los espacios se colocó tapicería de fibras naturales de Turquía.
Finalmente, en cuanto al diseño de iluminación, Mumo intervino la parte decorativa, con luminarias de marcas como Contardi, Cedar & Moss y Tom Dixon, pero también su participación llegó al punto de involucrarse en la planeación y fabricación de algunas de las lámparas con artesanos de Santa Clara del Cobre, comunidad del estado de Michoacán, la cual es famosa por producir artesanías refinadas.