EL AVE FÉNIX
Con Alpine Eagle, un icono de la alta relojería renace como símbolo de la fuerza del águila que vuela sobre la cordillera alpina.
En 1980, Karl-friedrich Scheufele —copresidente de Chopard— concibió el reloj St. Moritz, materializando en acero su admiración por el mundo natural. Poco después, éste se convirtió en un clásico. Casi 40 años más adelante, Chopard lanza la colección Alpine Eagle, concebida y diseñada por el mismo Scheufele, como una reinterpretación de la pieza que dio vida en los años 80. Alpine Eagle plasma su pasión por los Alpes y la soberbia fuerza del águila que reina sobre ellos.
Su esfera, de textura rugosa como una roca, recuerda al iris del águila, mientras que sus agujas evocan las plumas de esta ave rapaz, y los reflejos fríos del acero remiten a los glaciares. Fabricado en un acero exclusivo ultrarresistente, el Lucent Steel A223 late al ritmo de un movimiento Chopard, certificado por el Control Oficial Suizo de Cronometría.
El marcatiempos deslumbra por sus trazos depurados y contemporáneos, pero va más allá de eso, porque también pone de manifiesto la ética y la iniciativa ecorresponsable de Chopard.
El Alpine Eagle presenta el compromiso con la protección del medio alpino a través del lanzamiento de la organización Eagle Wings —de la que Karl-friedrich Scheufele es socio fundador—. Este proyecto medioambiental está destinado a sensibilizar sobre la importancia y fragilidad de los biotipos alpinos. Además, ofrecerá una nueva visión de los Alpes a través de los ojos del hombre, del satélite y del águila, conocida por su vista penetrante. •