UN HOGAR PARA EL ARTE
Una encantadora casa-galería en París fue renovada por Amélie du Chalard.
“El arte me hace feliz y tiene el poder de agregar energía e inspiración”, AMÉLIE DU CHALARD.
aAmélie du Chalard se ha dedicado a coleccionar arte desde los siete años de edad, cuando le regalaron su primera obra. Esta propiedad, que ahora es su casa, era una biblioteca antigua que, durante muchos años, fue vivienda y estudio de un artista. Cuando Amélie vio por primera vez este lugar, quedó profundamente impresionada, y supo que tenía que ser la dueña. Los techos altos, los grandes ventanales y su perfecta ubicación: mismo edificio que su galería de arte, Amélie Maison d’art, acabaron por convencerla sobre modernizar este espacio. La remodelación consistió en regresar a la raíz de su arquitectura original; fue un asunto de volver a empezar. El inmueble abarca 170 metros cuadrados, donde sus dos hijastros, de 15 y 18 años, tienen habitación propia. El librero del mezzanine se eliminó para ganar espacio para la recámara principal. Amélie quería un ambiente moderno y pulcro, con mucho espacio para el arte y el diseño. Los clásicos elementos franceses antiguos, como los revestimientos de las paredes, tenían que encontrar armonía con el vívido mármol del piso, las puertas corredizas y el concepto de espacio abierto. Los arquitectos de Batiik Studio participaron en el proyecto, bajo supervisión de Amélie. La altura del techo —de nueve metros— crea una sensación única y favorece el gran flujo de luz a través de los ventanales.
La decoración se realizó con convicción, un ojo educado y mucha experiencia, pues Du Chalard está acostumbrada a encontrar soluciones para clientes de todo el mundo, como corporativos y hoteles que buscan su ayuda como especialista y curadora de arte. “Me gusta visitar las ferias de arte, y la única forma de evitar que compre algo es no saliendo de casa”, expresó Amélie du Chalard, y agregó: “hay que ver mucho arte para aprender la diferencia entre lo que realmente ‘te habla’ y lo que no”.
Desde que abrió su galería en 2015, ha integrado la obra a un entorno tan real como el de una casa. Por ello, resulta difícil encontrar el límite entre su trabajo y vida privada, pues tanto su vivienda como su galería están saturadas de arte y diseño; ambas, igualmente relajadas, encantadoras y sin pretensiones. •