MOVIMIENTO ORGÁNICO
En San José del Cabo, este pasmoso hotel frente al mar une paisaje, arquitectura y arte.
Construido en un terreno de 9.8 hectáreas con formaciones topográficas caprichosas, Solaz Los Cabos consta de un hotel, departamentos, restaurantes, un spa, albercas, un club de playa, un museo de sitio y plazas abiertas. Ganador de Iconos del Diseño 2019 en la categoría Diseño de Hoteles, este proyecto concebido por Sordo Madaleno Arquitectos (con un paisajismo hecho en colaboración con Gabayet 101 Paisaje) destaca el panorama excepcional —con el mar y el cielo como telón de fondo— y resalta la belleza natural de Baja California.
“El concepto arquitectónico rector fue la correcta integración de la construcción, que se logró a través de las formas orgánicas que hacen referencia al movimiento de las olas, resultando en una volumetría que se adapta al entorno”, comentó el equipo de Sordo Madaleno Arquitectos.
Tres grandes terrazas curvas que albergan las habitaciones del hotel fueron diseñadas a partir de la topografía natural del terreno. “La circulación a través de estas terrazas se planteó como ‘cañadas’ para servir como pasillos divisorios con densa vegetación entre usos y lograr mayor privacidad. Cada terraza se forma de manera escalonada con fachadas hacia el sur para que todos los espacios interiores gocen de una espectacular vista al mar”, expusieron los arquitectos.
Integrar la arquitectura al paisaje por medio de los volúmenes de los edificios, de los materiales naturales y de los métodos de construcción para enfocar en el panorama sublime caracteriza a Solaz Los Cabos.
“Distribuidos a lo largo de la colindancia sur, los departamentos operados por el hotel se disponen dentro de tres volúmenes de proporción cuadrada”, añadieron los miembros de Sordo Madaleno Arquitectos.
En los espacios interiores, se descubre una atmósfera refinada donde la paleta —principalmente beige y café— se complementa con más de 400 obras de arte del mexicano César López Negrete (nacido en 1973), que evocan la vida y la cultura de Baja California en la antigüedad, creando una conexión entre el pasado de la región y su presente. Varias áreas se abren completamente hacia el exterior para atraer la mirada hacia el horizonte, pues en Solaz Los Cabos, la naturaleza es la reina y todo fue hecho para enaltecerla.