ARTESANAL Tierra de tradición.
En Jalisco, la mexicanidad se vive a flor de piel a través de la gastronomía, la cultura, el arte y, por supuesto, del tequila.
Detrás de cada botella de Tequila Volcán de Mi Tierra se esconde una historia donde el pasado y el presente dan vida a un elixir fascinante.
México es un país donde los contrastes han dado origen a una cultura diversa y colorida, ampliamente celebrada a nivel internacional. Entre sus iconos más notables se encuentra el tequila, una bebida legendaria que tiene su cuna en los campos de agave de Jalisco. Aún con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, Volcán de Mi Tierra es un destilado que tiene su esencia en lo artesanal. Su sabor nace en las entrañas del agave de las regiones de altos y valles y más tarde, el jimador extrae cuidadosamente el jugo que después se convertirá en tequila. Siguiendo un proceso que fusiona técnicas tradicionales con maquinaria moderna, Volcán de Mi Tierra produce un tequila envuelto en historia, que cuenta con el savoir-faire de su prestigiosa casa, Moët Hennessy.
Así como el tequila encuentra su identidad en el pasado y el presente, la escena cultural jalisciense destaca por sus valores artesanales e innovadores, que comparte con el carácter multifacético de Volcán de Mi Tierra. Los artistas locales han explorado diversas disciplinas como la cerámica, la pintura y el arte textil, como una forma de expresar el amor por su tierra, y han hecho de Guadalajara una de las ciudades más vibrantes de México en términos culturales.
Tal vez la conexión entre el arte y el tequila provenga de su fuente de inspiración compartida: el sublime paisaje agavero que representa la herencia mexicana tan presente en estas tierras. Éste es retratado en la botella de Volcán de Mi Tierra. •