Con alma neofolk
DE VIAJE Con alma neofolk. Oasis en el Pacífico. El Valle Sagrado en siete tiempos.
La legendaria Casa Hoyos, que vio nacer al tenor y actor Pedro Vargas y que albergó el primer concesionario del Banco Nacional en San Miguel, vuelve a abrir sus puertas como un hotel, que marca el inicio de una nueva época de oro para la casona. La propiedad perteneció a la familia de Vianney Torres —fundadora del hotel—, desde los años 30, después de que su bisabuelo, Julián Hoyos, llegó de España. “Desde las primeras pláticas con Vianney, estuvimos de acuerdo en que el proyecto fuera un homenaje a su historia familiar y a la misma casona. Eso me atrapó desde la primera charla”, expresó el interiorista Andrés Gutiérrez, quien, junto a Mayela Ruiz, vertió su magia y su imaginación incansable en el lugar, para concebir un hotel que es una explosión geométrica y colorida, que alimenta el alma de todo design lover.
Un fragmento de la historia que cautivó la atención de Andrés Gutiérrez y Mayela Ruiz, a cargo de A-G Studio,
es que, al tiempo que Casa Hoyos funcionaba como banco, Julián Hoyos decidió comercializar semillas y granos, convirtiendo la propiedad en un importante despacho de granos en el pueblo, conocido coloquialmente como “El banco del frijol”. A-G Studio utilizó las semillas como elemento conductor del proyecto; los azulejos amarillos que recubren las áreas de circulación representan a escala una gran mazorca de maíz. Así, incorporaron más referencias en el piso de los baños, las jaladeras de los muebles y hasta en el logo.
Al cruzar la histórica fachada de piedra aparece el primer patio que fue restaurado (con supervisión del INAH) y pintado del color original. El hotel se construyó en la parte trasera de la propiedad, donde antiguamente eran bodegas. “Quisimos reinterpretar el formato de una casona española de la época, donde un patio central descubierto está rodeado por las 16 habitaciones en dos niveles, coronadas por una arcada con balcones andaluces en toda su circunferencia. Teniendo como base esta distribución, decidimos romper con el estilo tradicional colonial, añadiendo acabados y carpintería contemporánea”.
Las habitaciones, que van desde el single design room, double design room y la junior suite, hasta la master suite con cama king size y jacuzzi, presumen muebles diseñados por Andrés Gutiérrez, y conservan elementos del barroco colonial, como el torneado salomónico o las camas de dosel.
En el rooftop emerge Bekeb, un bar al aire libre de la mixóloga Fabiola Padilla —recién llegada del aclamado Cosme (del chef Enrique Olvera) en Nueva York—, ideal para disfrutar de cocteles artesanales y atardeceres insuperables.
En el hotel Casa Hoyos, A-G Studio plasmó una propuesta original y honesta que transporta a la época colonial, pero contando la historia con un lenguaje relajado, fresco, colorido y altas dosis de autenticidad. •