ZOOM Arte en movimiento.
Los procesos de manufactura patentados por Thonet le permitieron prefabricar los elementos de madera de cada modelo de silla, hasta lograr que la No. 14 (ahora la 214 y la 215 con respaldo de bejuco) se convirtiera en un verdadero icono por su precio, sencillez y elegancia. La silla fue premiada en exposiciones en Londres (1860) y en París (1867) y continuamente aparece en publicaciones de diseño interior. Además, Thonet revolucionó la manera de almacenarlas y transportarlas económicamente, pues se pueden empacar 36 sillas en una caja de un metro cuadrado.
El taller de Thonet, con apoyo de sus cinco hijos, se convirtió en una empresa con un amplio catálogo, con fábricas en Austria, Checoslovaquia, Hungría y Rusia, y con sucursales en las principales ciudades de Europa y Norteamérica. Su éxito le permitió llegar a muchos países —incluido México—, por lo económicos y prácticos que eran sus muebles, entre los que también destacó la mecedora de madera doblada, con asiento y respaldo de bejuco.
Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania quedó en ruinas y lentamente se recuperó, pero tuvo periódicas crisis que obligaron a maximizar los recursos y procesos de fabricación. Emergieron varias escuelas de arte aplicado, entre las que destacó la Bauhaus, que en 1926 se instaló en la pequeña ciudad de Dessau, donde se convirtió en una Escuela Superior de Diseño (Hochschule für Gestaltung), y promovió la necesidad de diseñar con el mínimo de recursos y el máximo de eficiencia. Surgieron así nuevos muebles, entre los que destacó la primera silla en acero tubular, apoyada en sólo dos patas, la cual fue concebida por el arquitecto holandés Mart Stam. Su diseño revolucionario, basado en un tubo cromado con 10 dobleces —parecido al manubrio de una bicicleta—, ha tenido varias interpretaciones.
En la exhibición presentada en Stuttgart por la Liga de Diseñadores Alemanes (Deutscher Werkbund) en 1927, los edificios diseñados por Mies van der Rohe, Le Corbusier y Mart Stam presumían mobiliario de Thonet y sillas de acero tubular.
En 1929, los nietos de Thonet adquirieron los derechos para fabricar los modelos de Stam (S 33), de Marcel Breuer (S 32 y S 64) y de Mies van der Rohe (S 533). A partir de entonces, las sillas en acero tubular cromado han sido las más premiadas del mundo.
Si tienes una silla Thonet —se identifica por el estampado debajo del marco del asiento, o las de acero tubular—, colócala en un lugar importante de la casa, porque son las más hermosas y funcionales que se han diseñado. El famoso arquitecto suizo-francés, Le Corbusier, resumió así su admiración por la silla No. 214: “Nunca se ha diseñado algo más elegante, más preciso en su concepción y más adecuado al uso práctico para el que fue creado”. •