LIBERTAD ARTÍSTICA
El mexicano José Dávila nos abre las puertas de su taller en Guadalajara, donde explora el espacio y la luz a través de piezas esculturales.
Desde niño, José Dávila sabía que quería ser artista para trabajar con su imaginación día tras día. Hoy su sueño se volvió realidad. Pero antes de lograrlo, Dávila —quien nació en 1974 en Guadalajara, donde actualmente vive y trabaja— empezó por estudiar Arquitectura, una carrera que le dio la oportunidad de aprender a analizar y a adquirir conocimientos sobre los materiales y el espacio en particular. El arte le fascina por la libertad que le ofrece, gracias a las posibilidades infinitas de experimentar sin limitaciones o necesidades funcionales. Por ello, José Dávila decidió dedicarse a esta disciplina que aprendió solo, a través de un sinfín de lecturas e investigaciones.
La ocupación del espacio, la naturaleza transitoria de las estructuras físicas, la memoria colectiva y personal, lo vacío y la luz son algunas temáticas del artista mexicano autodidacta, cuyas piezas forman parte de las colecciones permanentes de museos de renombre como el MUAC en la Ciudad de México, la colección Inhotim en Brasil, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el Albright-knox Museum en Buffalo, Estados Unidos, el Hamburger
La intervención humana y la disposición material responden a intuiciones estructurales; lo técnico se desdobla a sí mismo como una dimensión poética
JOSÉ DÁVILA.
JULIO LE PARC.
Kunsthalle en Hamburgo, la colección Zabludowicz en Londres y el Centre Pompidou en París, entre otros.
En su taller, José Dávila crea instalaciones esculturales y obras fotográficas que hacen crítica y rinden tributo al mismo tiempo al arte y a la arquitectura de vanguardia del siglo XX. Influenciado por el movimiento modernista, el mexicano se inspira en el trabajo de maestros como Luis Barragán, Mathias Goeritz y Donald Judd, y toma como referencias los lenguajes simbólicos de la historia del arte y la cultura visual occidental. La fragilidad y la resistencia, la calma y la tensión, el orden geométrico y el caos aleatorio se reflejan a través de las obras de José Dávila, en las que integra elementos básicos del dibujo: el punto, la línea y el plano. Como resultado, las construcciones escultóricas del artista, concebidas con materiales industriales, desafían las nociones de equilibrio, estabilidad y permanencia, y reúnen lo técnico con la poesía.
Este otoño, la Sean Kelly Gallery de Nueva York presentará una muestra de José Dávila en el corazón de Manhattan, reforzando la fama internacional del artista mexicano, cuyo lenguaje visual es universal. •