¿Por qué comer crudo?
alimentos crudos deben formar al menos el 70% de nuestra alimentación diaria. Estos pueden ser frutas, verduras, nueces y semillas que no hayan pasado por procesos de calor mayor a 42° C, ya que dos de los componentes más importantes para nuestra salud se pierden cuando rebasan dicha temperatura: la vitamina C y las enzimas.
La vitamina C es responsable de fortalecer el sistema inmunológico, que en óptimas condiciones es capaz de prevenir y combatir cualquier enfermedad. Por su parte, las enzimas permiten que los procesos celulares ocurran a la velocidad necesaria, sin ellas nuestras células no funcionarían.
Una manera fácil de consumir una gran cantidad de alimentos crudos durante el día es incorporar al menos una porción en cada comida. Por ejemplo, unas rebanadas de jitomate o aguacate, un puñado de germinado, fruta fresca, un puño de nueces o semillas activadas.
Otra forma de hacerlo es en nuestro desayuno, y que este sea totalmente crudo. Al tomar un jugo o licuado verde estaremos cubriendo al menos el 30% de la ingesta recomendada; además, el desayuno es el momento en el que el cuerpo absorbe y aprovecha mejor los nutrientes.