THE BEGUILED: Sofía Coppola
No hay una película de Sofía Coppola que no me guste, lo constaté al salir de ver The Beguiled (El engañado), a la que alguien tuvo la espantosa idea de traducirla en México como El seductor.
Clint Eastwood protagonizó la primera adaptación cinematográfica de esta historia en 1971, por eso me parece patético que en 2017 hayan decidido cometer el mismo error con la traducción del título: El seductor lleva spoiler; El engañado, no.
La historia, escrita por Thomas P. Cullinan, nos sitúa en tiempos de la Guerra de Secesión estadounidense. El filme comienza con una secuencia que abiertamente recuerda a Caperucita Roja: una niña corta setas en un bosque, allí se topa con un soldado herido y decide llevarlo a su colegio religioso de señoritas para curarlo y salvarlo de prisión.
Coppola nos sugiere una vez más, como en Las vírgenes suicidas, que las casas donde procu- ran educar “gente de bien” funcionan parecido a las prisiones, donde sus habitantes están a un par de acciones de convertirse en bárbaros.
La música y la fotografía producen paz y tranquilidad; los personajes, en cambio, mantienen una tensión encerrada en sus escrúpulos y formas. La cinta va adquiriendo tintes incluso geniales que me hicieron recordar de pronto a Buñuel, Tarantino o al propio Francis Ford, padre de Sofía. No por nada ganó el premio de Mejor dirección en Cannes y estuvo nominada a la Palma de Oro. Además, debió haber sido una producción de bajo costo, puesto que sólo aparecen seis actrices (encabezadas por Nicole Kidman y Kirsten Dunst) y un solo actor (Colin Farrell).
Corre a verla, y si la quitan de las salas busca cualquiera de Sofía
Coppola, no te va a defraudar.