El primero, el más difícil
Cuando estuve de promoción firmando en algunas librerías mi libro del Manual, me sorprendió que la mayoría de lectoras eran madres que querían llevarle el libro a sus hijas. Tuve tiempo de platicar con el público lector y eran mujeres preocupadas porque sus hijos llevaban muy poco de casados y ya querían tirar la toalla. ¿Y cómo no, si el primer año de vivir bajo el mismo techo es dificilísimo? Vivir con alguien, llámele amiga, room mate, hermano o familia, lleva su tiempo de aprender a respetar los espacios y ponerse de acuerdo para convivir en armonía y no molestar al otro. Si pensamos en la pareja, es más complicado entenderse. Sobre todo porque tendemos a idealizar. Ahí es donde el día a día nos rebasa. Vivimos soñando.
Mi marido, por ejemplo, se sacaba de onda porque yo dejaba la puerta del WC abierta mientras hacía del baño. Le veía su cara cuando le agarraba siempre su toalla para secarme y también su cepillo de dientes. "Son cosas muy personales", me decía. Yo hacía corajes porque él pasaba horas en cuanto a cosas del baño se refiere. Tarda horas en bañarse y en entrar al WC. Yo al principio hacía unos entripados que hasta me lo tomaba personal. "¿Qué tanto puede hacer en la ducha una persona que se baña diario?", me preguntaba yo. ¿Me creerán que pasé días montándole guardia, a ver si entendía el caso?
Después mandamos a hacernos un baño con doble ducha y tras varios años de casados, ya no me conflictúo. Entramos juntos y yo salgo siempre primero.
Cada quien tiene su ritmo, cada quien su velocidad. Es increíble cómo un asunto tan sencillo puede generar un conflicto de pareja. Yo decidí ser paciente y él también con mi mala costumbre de agarrar su cepillo y su toalla. Llevamos casi 7 años de casados y hoy hemos aprendido a danzar con nuestras diferencias y es mi recomendación para los que apenas van entrando al matrimonio.
Paciencia, mucha paciencia es el secreto. Pensar en que todo pasa y que es el momento de descubrir los hábitos del cónyuge, es de mucha ayuda.
En serio, el primer año, según varios estudios, es el más difícil. Los mejores, cuando la pareja cumple 40 años de casados. Vamos a echarle ganas para llegar a esos años de pura felicidad, según los especialistas. Y vivieron felices para siempre. gracias a El manual de la buena esposa.