Pie izquierdo
NO PUDO SER PEOR EL INICIO DEL AÑO. APENAS EN LA PRIMERA QUINCENA LA ASFIXIA ES LA DEFINICIÓN PARA APUNTAR...
... el ánimo de los mexicanos ante la oleada de sangre, carestía y desabasto de gasolina que se entrelazan con las arengas optimistas campañas presidenciales y dibujan a una clase política ambiciosa, con escaso conocimiento –o ninguno– de la geopolítica nacional, a excepción del presidente de la República, y una avidez por la manipulación cada vez mayor. Porque, para desgracia de quienes producen, el peso de los ociosos millonarios –herederos de fortunas que juegan a la especulación o de cauces políticos con sabor a cacicazgos–, todavía se impone al silencio de una sociedad ultrajada o esperanzada en el milagro de la Cuarta Transformación.
La gravedad es mayor cuando sumamos a las entidades sumidas en la violencia y la persecución: Guerrero, Baja California –sobre todo la Tijuana de Jorge Hank–, Chihuahua y el asalto contra Javier Corral Hurtado, Colima, Zacatecas, Nuevo León, Baja California Sur, Yuneslandia que vuelve a ser Veracruz pero bajo el cielo de la impunidad, y la CDMX en donde las trifulcas de la izquierda dibujan las ambiciones de sus dirigentes, sean de Morena o el descafeínado PRD.
Desde luego, contra los cálculos oficiales, los índices de pobreza extrema crecen al ritmo de los aumentos y, sobre todo a alimentos básicos de la mayor parte de los mexicanos. Por allí escuché una discusión entre un consumidor y una marchanta a la que ya no le alcanza para adquirir lo básico:
–Todo es culpa de Obrador –estalló la voz de un adulto, indignado–.
–¡No, señor! Nuestro presidente está descubriendo los males. Dele tiempo que apenas va comenzando –respondió una servidora doméstica–.