Hábitos perdidos
AL HABLAR SE REQUIERE DE EDUCACIÓN, CUIDADO Y EMPATÍA
La manera de conversar con las personas y el acercamiento que tenemos los unos con los otros nos permiten ver hasta donde ha cambiado el hábito de hablar con calidez y contacto; si llegas a un lugar saludas, si te vas te despides, si te hablan contestas, si no sabes aprendes, si te necesitan ayudas, si amas lo expresas, si ofendiste pides perdón y si no te aman aceptas.
Son situaciones que pasamos cada día y en cada etapa; pero nos cuesta mucho trabajo aceptar lo que ya no hacemos y sobre todo cambiarlo, así que, ahora que tenemos la posibilidad de observarnos; de tener contacto con los demás ya que algunos de nosotros estamos cerca de familiares, es bueno, cambiar y mejorar los hábitos verbales.
Se vale no tener ánimo para hacer lo que otros desean o para satisfacer peticiones pero al menos cuidemos la manera de dirigirnos a los demás. El ser humano tiene el poder de destruir por completo lo que tiene y las palabras no se excusan de ello, envenenamos lo que nos rodea, así que no permitamos envenenar nuestro contorno familiar y menos en una situación de Pandemia.
Si hacemos este pequeño ejercicio nos abre puertas al contacto con nuestro interior y la transformación no solo al entono familiar sino a la cadena social de tener tacto con los demás y recuperar los hábitos perdidos en el mundo.
sentido, como seres individuales es complicado llegar a un punto de satisfacción, incluso cuando un tercero implementa cambios, esto puede llevarnos a engancharnos en discusiones y “dar el avión” tampoco es una opción viable. Si tienes claros tus objetivos será más sencillo tener apertura a nuevas opiniones y adaptar algunos cambios.
Por el momento nadie tiene la certeza de lo que pasará a futuro, puede ser que tu mente haga teorías que parecerán lógicas o escucharás las de otras personas, esto puede ocasionarte ansiedad o temor por lo catastróficas que suenan, pero si te centras en el presente teniendo claras tus medidas y anticipándote a las soluciones ante distintos escenarios tendrás una mayor estabilidad mental sin precipitarte a un futuro.
Y es que volver a la rutina no va a ser el problema, si no lo más difícil va a ser recuperar las costumbres de ocio y la vida social, la gente tendrá que tener claro que por el momento nada volvera a ser lo mismo o a lo mejor nunca y se tendran que acostumbrar a la nueva normalidad, en este punto coinciden varios psicólogos que consideran que la gente tardará mucho tiempo en bajar la guardia de nuevo y en relajarse, por lo que las cosas que hemos aprendido como lavarnos las manos, cuidarnos cuando tosemos o mantener una distancia se podrían quedar para siempre.