Ryanair promete estabilidad a los pilotos y muy poco más
● La aerolínea de bajo costo batalla con la escasez de personal para mantenerla en el aire.
Incluso con los estrictos estándares de las aerolíneas de bajo costo, Ryanair Holdings Plc es notoriamente duro con su personal. El director ejecutivo de la empresa una vez se refirió a sus pilotos como “conductores de taxi glorificados” y los hace pagar por el café que beben en la cabina. Soportan un horario apretado de hasta media docena de vuelos por día, con el objetivo de dejar pasajeros y conseguir que el siguiente grupo esté sentado y listo para despegar en solo 25 minutos. Muchos pilotos trabajan para subcontratistas que les piden que paguen por sus uniformes e incluso por los cursos de capacitación. El sitio web de calificación laboral Glassdoor.com otorga a Ryanair el puntaje más bajo entre los 10 operadores más grandes de Europa. Entonces, ¿qué hace una aerolínea con ese tipo de reputación cuando necesita nuevos pilotos? Busca candidatos de lugares que parecen incluso menos atractivos.
En su búsqueda de talento, Ryanair ha enviado reclutadores a África, América Latina y el Medio Oriente, áreas donde las aerolíneas están reduciendo costos y rechazando a pilotos experimentados. Durante el año pasado, Ryanair ha celebrado sesiones de información en Ciudad del Cabo, Abu Dabi, Río de Janeiro y más allá, con miras a contratar pilotos descontentos de South African Airways (SAA), Etihad Airways y operadores en Brasil. “Hay una escasez de ingenieros y pilotos en toda Europa”, dice el director ejecutivo de Ryanair, Michael O’Leary. “Se trata de lanzar la red”.
En una nublada mañana de febrero, cerca de 50 pilotos y más de 100 ingenieros pasaron por Lakeview, un pequeño hotel a 20 minutos en automóvil del centro de operaciones del Aeropuerto Internacional de Tambo en Johannesburgo, Sudáfrica. Ryanair ofreció un desayuno ligero (en este caso, era gratis). Los asistentes vieron una breve presentación sobre “Grandes razones para trabajar en Ryanair”, que citaba el potencial de ganancias, los beneficios de pensión y el tiempo libre. Más tarde, un reclutador envió preguntas sobre beneficios familiares, capacitación y visas, y señaló que la aerolínea solo contratará pilotos con pasaportes europeos.
Para este grupo, la ventaja más atractiva de Ryanair es probablemente la estabilidad laboral. La empresa contrata aproximadamente mil pilotos anualmente y este año planea agregar 50 aviones a su flota de 430 aeronaves. Se espera que aumente las ganancias antes de impuestos a unos 2 mil millones de dólares para el año fiscal 2018 y prevé transportar 200 millones de pasajeros anualmente para 2024, frente a los 130 millones del año pasado. “Parece que la compañía es mucho más fuerte que donde estoy ahora”, dice el ingeniero de mantenimiento de SAA, Francois Nortje. “Hay muchos aviones que operar”.
La desventaja para los sudafricanos es que aunque los sueldos iniciales de los dos transportistas son más o menos los mismos, Ryanair paga a sus pilotos más experimentados un tercio menos que SAA (además, Ryanair no vuela los aviones de fuselaje ancho que pagan a los pilotos los salarios más altos y la compañía dice que tiene una asignación de 6 mil euros por año para cubrir gastos como uniformes, refrigerios y, sí, café). Los empleos de Ryanair también requieren trasladarse a uno de los más de 80 centros de la aerolínea, como Londres, Estocolmo o Berlín, donde el costo de vida puede ser mucho mayor que en Johannesburgo. “En lo que respecta al estilo de vida, realmente no podemos quejarnos del dinero que recibimos, pero es solo la incertidumbre”, dice Peter Ladiellis, piloto de South African Express Airways, una filial de bajo costo de SAA. Dicho eso, no cree tomar un empleo en Europa. “Vivimos en casas grandes en Sudáfrica, no en cajas de fósforos”, dice Ladiellis. “Comparando el salario que obtendrás allí y el salario que obtienes aquí, lo que quedará en tu bolsillo no será mucho”.
Otra preocupación para los reclutas es la desorganización en los equipos de Ryanair. En septiembre, la aerolínea canceló más de 20 mil vuelos cuando se quedó sin suficiente personal para operar su flota. El error les dio a los pilotos el poder para impulsar la sindicalización, lo cual O’Leary aceptó después de años de oposición. La operadora reconoció a los sindicatos en Reino Unido e Italia, y desde la crisis de programación ha aumentado la paga de los nuevos pilotos en 20 por ciento. Sin embargo, O’Leary advirtió a los inversionistas que esperen más líos laborales a medida que avanza su calendario de verano.
Esos problemas no han dañado el reclutamiento, dice el directivo, pues en Brasil ya han firmado a unos 50 nuevos pilotos. En Sudáfrica ha encontrado principalmente ingenieros, aunque algunos aviadores también están interesados. En el Golfo Pérsico, Emirates ha reducido empleos a medida que los precios del petróleo han bajado, y el transportista de Abu Dhabi, Etihad, evalúa despedir a cientos de pilotos después de perder mil 900 millones de dólares en 2016. “Hay muchos pilotos regresando, de Etihad especialmente”, afirma O’Leary. “Para los ciudadanos europeos, la oferta de trabajo en una docena de opciones es bastante atractiva”.