La victoria sobre Alemania en el Mundial se construyó con uno de los partidos de mayor eficacia en pases en la historia de ‘El Tri’.
Más de 300 pases se requirieron para consolidar el triunfo sobre Alemania en el partido inaugural de la Selección Mexicana en Rusia.
Ni las líneas ni la estadísitica mienten. Si la victoria de México ante Alemania del 17 de junio tuvo un gran artífice, ese fue Héctor Herrera. El mediocampista del Porto fue el motor para que el equipo nacional pudiera avanzar con precisión a la portería alemana, hallara ritmo en momentos complicados y descargara la presión cuando los europeos apretaban el campo.
En 38 ocasiones, Herrera logró conectar con sus compañeros, sobre todo con su socio en la cintura de la cancha, Andrés Guardado. También halló buenos socios en la banda izquierda, con Jesús Gallardo en la lateral y un poco más al frente, con Hirving "Chucky" Lozano.
Gallardo, quien la próxima temporada de la Liga MX jugará con Rayados de Monterrey, fue una válvula de escape y respiro para varios de sus compañeros. Siempre cerca de la banda y sin un alemán a la redonda, especialmente en la primera mitad del juego, los jugadores mexicanos armaron varias jugadas empezando desde su zona. La líneas de la visualización muestran como Gallardo pasó en 35 ocasiones la pelota con éxito a sus compañeros en diversas zonas del campo, incliyendo a los defensas centrales Héctor Moreno y Hugo Ayala, quienes también movieron el balón con efectividad para darle amplitud a la cancha y salida al equipo nacional.
El ataque mexicano recayó en buena medida en los pies de Lozano y Miguel Layún, quienes desde la banda vulneraron en varias ocasiones a la defensa alemana. Los mejores pases para Layún llegaron en el segundo tiempo, cuando los laterales teutones estaban volcados al frente y dejaron espacios en defensa que los mexicanos explotaron para generar presión.
Entre los que menos pasaron la pelota destaca Javier "Chicharito" Hernández, quien solo pudo hallar a sus compañeros en 14 ocasiones, aunque una de ellas fue el pase que dio al "Chucky" para el único gol del encuentro. Su rol, sobre todo en la segunda parte, se limitó a descargar el balón en los medios o hacia las bandas para alaragar los ataques.
Los jugadores mexicanos que entraron en el segundo tiempo tuvieron responsabilidades más bien defensivas. Raúl Jiménez fue quien más veces pasó la pelota, en 10 ocasiones, en tanto que Rafael Márquez y Edson Álvarez se dedicaron más bien a destruir el juego alemán.
En la última media hora del encuentro, el equipo mexicano cambió su postura a una más defensiva, lo que limitó su capacidad de generar pases y ataques elaborados como en el primer tiempo.
No obstante, para ese momento la labor estaba hecha y el conjunto mexicano pudo sostener ese único gol que pasará a la historia.