La crisis fiscal en California es 'puro cuento'
○ Las comunidades de ese estado usan la declaración de emergencia para recaudar más impuestos.
¿Cuándo una emergencia fiscal no es una emergencia? Cuando estás en California. Esta frase puede desencadenar imágenes de paisajes urbanos desolados y ‘dolor’, o evocar un nuevo riesgo para los inversores que compran fondos de bonos municipales en busca de ingresos libres de impuestos. Pero para muchas ciudades del estado, es una oportunidad. Por las reglas que limitan el alza de impuestos, las ciudades pueden recibir propuestas para aumentarlos en las elecciones primarias, esto se lograría declarando la ciudad en crisis. Al menos dos ya lo han hecho este año, luego de 50 desde 2008. Inversores y analistas de bonos municipales cayeron en la trampa. Para obtener una pregunta sobre impuestos ante los votantes, la ciudad de Santa Cruz emitió dicha declaración por tercera vez en 13 años. A diferencia de otros estados, que tienen un proceso que evalúa si una ciudad está o no en crisis, California deja que los propios municipios lo determinen. No hay una lista de verificación ni una agencia externa que lo decida.
En California, las necesidades del gobierno a menudo chocan con fuertes reglas antiimpuestos que comenzaron con la ‘Proposición 13’, una decisión histórica de los votantes en 1978 para limitar los aumentos de impuestos a la propiedad. Después de 18 años, cuando las ciudades recurrieron a las tarifas y a otros tipos de impuestos, aprobaron la Proposición 218 para garantizar que estos también estuvieran sujetos a su aprobación.
Ninguna agencia monitorea estas declaraciones, pero tras la última recesión hubo una avalancha, desde Colusa hasta Los Ángeles, según Moody's Investors Service. Eric Hoffmann, vicepresidente senior de Moody's, llama a estos movimientos una "bandera rosilla". Una emergencia puede mostrar que una ciudad está saliendo de una crisis, comentó.
Ese es el caso de los funcionarios de Santa Cruz, que anticipan una brecha de hasta el 11 por ciento del fondo general en el año fiscal 2022 a medida que los ingresos disminuyen y los costos aumentan. Están pidiendo a los votantes que aprueben un alza en el impuesto a las ventas del 9 por ciento al 9.25 por ciento. El referéndum normalmente se habría presentado ante los votantes en noviembre, dice Marcus Pimentel, director de finanzas de la ciudad. Pero debido a que el condado puede (FLOAT A TAX) para abordar la vivienda en ese momento, el Concejo Municipal se declaró en emergencia para que se considerara su solicitud en junio. "No querían nada que pusiera en riesgo la fatiga de los votantes sobre las medidas fiscales para noviembre", dice Pimentel. A pesar de que es la tercera vez que la ciudad ha usado esta maniobra, su rating de bonos sigue siendo AA.
Un consultor alivió preocupaciones en Pasadena ya que se creía que su primera emergencia perjudicaría su raiting AAA de S&P, dice el Director de Finanzas Matt Hawkesworth. Con la legalización de la mariguana recreativa en California a partir de enero, la ciudad tiene que pagar para regular la industria. "No tenemos los recursos financieros para apoyar el trabajo que estamos obligados a hacer", dice. Las ciudades están abusando del sistema, dice Jon Coupal, presidente de la Asociación de Contribuyentes Howard Jarvis, que presionó por las restricciones a los aumentos de impuestos. "Patentemente inapropiado", dice del caso de Pasadena en particular. "Muy raramente hay una verdadera emergencia".
En otros estados, una emergencia fiscal municipal es un evento grave. No obstante, en California, una declaración de emergencia también puede permitirle a un municipio omitir una evaluación externa de sus finanzas y presentar inmediatamente un expediente para la protección del tribunal.
“No tenemos los recursos financieros para apoyar el trabajo que estamos obligados a hacer”