Teva está en problemas, sus exempleados viven una fiesta
○ Nuevas empresas surgen tras el recorte de empleos del gigante farmacéutico israelí.
Durante décadas, israelíes en la industria de medicamentos recetados tenías dos opciones: trabajar para Teva Pharmaceutical Industries Ltd. o emigrar. Así que cuando Teva dijo el año pasado que planeaba recortar una tercera parte de su personal nacional en su lucha por salir de deudas, aquellos que fueron despedidos temieron que sus carreras llegaran a su fin.
En lugar de eso, el recorte de Teva ha inyectado un nuevo vigor a la industria de las ciencias biológicas de Israel. Los veteranos de la compañía han fundado o se han unido a startups que buscan formas novedosas de descubrir medicamentos, desarrollar software, ayudar a físicos a trabajar de forma más eficiente o probar tecnología que logra que pacientes monitoreen su salud. “Cuando comencé a ver mi siguiente puesto, parecía que la opción de compañías relevantes en Israel no era grande”, dice Micah Pearlman, exestratega de lanzamientos de medicinas en Teva, quien renunció en abril y halló trabajo en un mes con una empresa de inteligencia artificial que trabaja en desarrollar medicamentos biológicos. “Resulta que mis preocupaciones iniciales estaban mal”.
Como el principal productor de medicinas genéricas y el único grupo de Big Pharma en Israel, Teva ha suministrado a miles de israelíes con las habilidades necesarias en la industria. Sin embargo, el sector de medicinas no ha tenido el mismo efecto que los gigantes como Intel Corp. y Check Point Software Technologies Ltd., o el ejército israelí, que han creado compañías más pequeñas que han sobrecargado el crecimiento del país. Menos de 1 por ciento de la fuerza laboral de Israel trabaja para compañías farmacéuticas, comparado con 5 por ciento en tecnología.
Pero resulta difícil de ignorar para los expertos en tecnología un mercado global de atención médica de 2 billones de dólares. Aunque están enfocados en ciberseguridad y vehículos autónomos, ahora van hacia compañías de tecnología médica. La inversión israelí en startups de farmacéutica y salud digital creció más de 50 por ciento en los últimos dos años, a 425 millones de dólares, según Start-Up
Nation Central, una organización no lucrativa que promueve el sector tecnológico del paìs. “La gente en la tecnología busca conectarse más con personas en salud”, afirma Yair Schindel, director del fondo de capital de riesgo AMoon Partners. “Cuando se reúnen con personas que tienen 10, 15, 20 años de experiencia Big Pharma con Teva, es una unión seria”.
Desde hace mucho, Teva ha sido la compañía más grande de Israel en ingresos y mercado. Aunque prosperó con medicinas genéricas, fue hace poco que se enfocó en medicinas con su marca, un negocio más similar a la innovación y toma de riesgos más común en startups que en el mundo de los genéricos. En diciembre, con las ganancias en declive y una deuda que excede el valor de la compañía, Teva afirmó que recortaría una cuarta parte de su plantilla mundial de 56 mil empleados, incluidos 2 mil en Israel.
Los dolores de la farmacéutica se parecen al cierre en 1987 del proyecto Lavi, un programa para construir aviones caza difícil de manejar patrocinado por el Estado. El cierre del programa dejó a miles sin trabajo, pero su fracaso es considerado por muchos como un catalizador para la industria tecnológica del país, que representó casi la mitad de los 101 mil millones de dólares en exportaciones el año pasado y emplea a unas 200 mil personas. Las exportaciones farmacéuticas, en contraste, solo representaron 7.5 mil millones de dólares el año pasado y Teva reportó bastante más de la mitad de eso.
Israel está inundado de capital privado, mucho del cual se ha destinado a startups de tecnología médica. Ejecutivos en esas empresas utilizan dinero para contratar a personas con las habilidades adquiridas en Teva: al hacer pruebas clínicas, dirigir procesos de manufactura muy regulados o diseñar estrategias comerciales para nuevos productos. En mayo, un par de exdirectores de Teva, respaldados con 60 millones de dólares de inversores, fundaron 89Bio Ltd., que busca desarrollar dos medicamentos en sus primeras fases comprados del gigante farmacéutico. Clexio Biosciencies, fundado en abril por varios exempleados de Teva, compró a la farmacéutica terapias y tecnologías destinadas a atender enfermedades que afectan el sistema nervioso central.
Incluso algunos exejecutivos de Teva que han migrado diversifican sus apuestas al aliarse con emprendedores en casa. Iris Grossman se fue en marzo, cuando la compañía cerró proyectos de investigación que supervisaba, y se muda a Boston, en donde será científica jefa en una startup de biotecnología. Al mismo tiempo, ella y otros exempleados de Teva han lanzado TheRx Therapeutics, una compañía en Haifa que utilizará búsqueda y procesamiento de datos e inteligencia artificial para acelerar el desarrollo de medicamentos. La aventura en Boston le ayuda a “proveer para mi familia, pero esto es algo a corto plazo y espero volver en cinco o seis años”, dice Grossman. “La industria en Israel va en la dirección correcta”.