Hay varias razones por las que alguien pagaría medio millón de dólares por una botella de vino.
En una subasta reciente, una botella de borgoña batió varios récords históricos. La Romanée-Conti de 1945 es una botella muy, muy especial. Conoce por qué.
Cuando un coleccionista privado de Asia ofreció 558 mil dólares por una sola botella de Romanée-Conti cosecha 1945 en una reciente subasta de Sotheby’s, en Nueva York, el récord mundial quedó hecho añicos. Además de ser el precio más alto jamás alcanzado por una botella de borgoña de 750 ml, es también el precio más alto pagado por una botella de vino en una subasta.
En esa misma puja del 13 de octubre, un segundo coleccionista privado, de Estados Unidos, pagó 496 mil dólares por una segunda botella del mismo vino, y eso también rompió récords anteriores, salvo el nuevo que se acababa de establecer. Lo que nos lleva a la pregunta, ¿por qué alguien pagaría medio millón de dólares por una botella de vino? Ésta es la razón.
MÍTICA AÑADA
La añada de 1945 es legendaria, un "vino unicornio", inalcanzable. Fue un año caluroso que dio vinos concentrados y potentes y, a causa del granizo y las heladas, la producción fue pequeña. Solo se hicieron 600 botellas de Romanée-Conti y, a estas alturas, quedan muy pocas. Realmente no hay oportunidad de conseguirlo.
Después de esa cosecha se replantó la viña. La siguiente añada fue hasta 1952.
“Si quieres beber la botella de vino más especial del mundo, es ésta”, dijo Jamie Ritchie, jefe mundial del negocio de vinos de Sotheby’s. Ritchie ha degustado la mayoría de los mejores vinos del mundo, pero nunca el borgoña de 1945.
Un hongkonés amante del borgoña me dijo una vez que mataría por conseguir el 1945. Perdió la oportunidad de pujar en una subasta de vinos de la casa Christie’s en 2011 en Ginebra, donde una botella se vendió por 123 mil 899 dólares, batiendo el entonces récord mundial. Quería beberlo, sí, pero también presumirlo, admitió.
PROCEDENCIA INMACULADA
Una razón del entusiasmo en la subasta de Sotheby’s fue la procedencia de los vinos, que se suma al valor de la inversión. Aunque Romanée-Conti es famoso por su larga vida, y la concentración de la añada 1945, las condiciones en las que fue almacenado marcaron la diferencia.
Los dos vinos eran parte de la colección de Robert Drouhin, cuya familia dirige la casa vitivinícola Maison Joseph Drouhin, fundada en 1880. Las 219 botellas y 7 mágnums de vino Romanée-Conti en subasta, incluido el de 1945, habían descansado por décadas en su bodega.
Su familia posee importantes viñedos en Chablis, Côte de Nuits, Côte de Beaune y en otros lugares de Borgoña y también es uno de los principales comercializadores de la región. Los vinos subastados viajaron una corta distancia, resguardados en perfectas condiciones. Y en un mundo donde abundan los falsos Romanée-Conti, este tipo de procedencia es la máxima garantía de autenticidad. "El placer es el vino en sí, pero también la historia y la rareza", apuntó Robert Drouhin.
La venta total del lote recaudó 7 millones 300 mil dólares, más de cinco veces la estimación inicial más alta.
VIÑEDO LEGENDARIO
Todos los vinos de Domaine de Romanée Conti, en Vosne-Romanée, son borgoñas famosos y codiciados. Toda una mística rodea a esa explotación vinícola, conocida con el apodo de DRC. Sus viñedos Grand Cru, cultivados de forma biodinámica, reciben un meticuloso cuidado y las uvas se seleccionan una por una.
Pero de sus siete legendarios tintos y uno blanco, los del diminuto viñedo Romanée-Conti de 1.82 hectáreas son absolutamente icónicos, el epítome del borgoña de la más alta calidad. El crítico gastronómico Richard Olney llegó a decir que esa parcela de tierra era "perfección atemporal". Hace varios años, un extorsionador amenazó con envenenar las viñas a menos que la finca le pagara un millón de euros de rescate (lo atraparon) La cosecha 2015, que probé este año, tiene aromas increíblemente complejos, profundas capas de diversos sabores terrosos y especiados, y una fina textura sedosa que cautiva el paladar.
POTENCIAL LUCRATIVO
Ritchie espera que los dos compradores beban los vinos y no los revendan. La escasez y la actual sed a nivel mundial por los vinos de la región de Borgoña, Francia, los convierten en inversiones muy sólidas, aunque absolutamente nada garantiza que otros coleccionistas estén dispuestos a pagar tanto por esas botellas.
Desde 2010, el índice Burgundy 150 de Liv-ex ha subido 108 por ciento, según informó en su reporte de 2018. En el último año, el Romanée-Conti de 1990 se ha apreciado más de 20 por ciento, y desde 1999 se ha revalorizado 3 mil 862 por ciento. No existen tales estadísticas sobre la añada 1945 por su rareza.