TREN MAYA
Un recorrido de Bloomberg Businessweek México muestra el gran reto por delante para hacer realidad el proyecto.
Desde la pequeña comunidad de Becal hasta los grandes complejos hoteleros en Cancún, las localidades de la península se encuentran unidas bajo un sentimiento: esperanza. El Tren Maya se ha convertido para los habitantes del sureste mexicano en una oportunidad para mejorar la calidad de vida y el desarrollo de sus comunidades.
Hoy, hacer el recorrido de lo que será la ruta del tren es una auténtica odisea. Son más de mil 453 km y 17 horas de viaje en carreteras deterioradas en un tramo, modernas en otro y el paisaje no es más que selva y poblados que, dependiendo de la ruta, reflejan abandono o prosperidad.
En la mayoría de los casos, los antiguos durmientes de madera donde descansaban los rieles han sido cambiados por concreto, y en los lugares donde no hay vía, la incógnita se vuelve más grande, ya que el tendido eléctrico para el proyecto desaparece en la selva.