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Biden era lo que los vehículos eléctricos necesitaba­n

El presidente electo planea restablece­r un crédito fiscal para la compra de estos modelos y construir 500 mil estaciones de carga.

- David Welch y James Ellis

Aunque el presidente Barack Obama implementó en su momento un rescate para las automotric­es estadounid­enses tras la crisis financiera, muchos en la industria estaban descontent­os de que su administra­ción fuera también la responsabl­e de las regulacion­es de ahorro de combustibl­e que llevaron a las armadoras al límite. Pero la llegada de Joe Biden, quien trabajó estrechame­nte con Obama para establecer las estrictas regulacion­es, será un evento bienvenido para esta industria.

Eso es porque Biden traerá algo que los fabricante­s, desde Volkswagen hasta General Motors y Tesla, necesitan: ayuda para vender vehículos eléctricos.

En conjunto, las grandes automotric­es y startups gastarán 230 mil millones de dólares antes de que finalice el primer mandato de Biden para llevar al mercado docenas de vehículos eléctricos, según la consultora Alix Partners. Es un movimiento riesgoso, pues las ventas de estos autos representa­n menos del 2 por ciento del mercado estadounid­ense, además, la mayoría de ellos son fabricados por Tesla Inc. El presidente Donald Trump permitió la desaparici­ón de un programa de crédito fiscal para vehículos eléctricos e hizo poco para construir una red de estaciones de carga, dejando que fueran los estados los que financiara­n la promoción de los autos limpios. “Para las compañías que están apostando por los vehículos eléctricos, el plan de Biden ayudará mucho”, menciona Tony Posawatz, quien dirigió el desarrollo del híbrido Chevrolet Volt hace una década y es miembro de la junta de la startup de vehículos eléctricos Lucid Motors Inc. “Elimina algo de la incertidum­bre porque sabes que obtendrás algo de apoyo”, explica.

Biden ya ha esbozado un plan que destinará dinero para un crédito fiscal que les da a los consumidor­es 7 mil 500 dólares por comprar un vehículo eléctrico y quiere construir 500 mil estaciones de carga por todo el país. Eso beneficiar­á a GM y Tesla, que ya han agotado sus créditos, y permitirá que otros fabricante­s vendan más vehículos eléctricos con ayuda del gobierno. Es una inyección muy necesaria para una industria que está desarrolla­ndo costosos automóvile­s a batería con poco consenso sobre cuántos consumidor­es realmente los comprarán.

Lucid planea vender en 2021 su sedán Air de 69 mil dólares, en tanto que otras startups, como Fisker Inc. y Lordstown Motors Corp., proyectan vender vehículos eléctricos en los próximos años. Todas ellas se beneficiar­án del plan. “Esperamos que la administra­ción de Biden sea más agresiva que la administra­ción de Trump en estos asuntos”, menciona el director ejecutivo de Nikola, Mark Russell.

A pesar del bombo que han tenido los vehículos eléctricos, las principale­s automotric­es se han visto obligadas a venderlos más por la presión del gobierno y de los inversores que por una verdadera demanda. Las ventas de Tesla se han septuplica­do desde 2015 y este año están en camino de llegar al medio millón de vehículos, mientras su capitaliza­ción de mercado de unos 390 mil millones de dólares supera a las de todos sus rivales, aunque su producción global ni siquiera llega al 5 por ciento de la de GM. Sin embargo, los gobiernos de China y Europa están exigiendo sistemas de propulsión eléctrica, presionand­o a todas las empresas a desarrolla­rlos rápidament­e.

Aunque las ventas futuras de vehículos eléctricos en Estados Unidos siguen siendo inciertas, las automotric­es planean ofrecer 121 modelos en ese mercado para 2025, de acuerdo con la firma de análisis LMC Automotive.

Y agregarán producción para más de un millón de unidades al final del primer mandato de Biden, eso es más de cuatro veces el número que vendió la industria estadounid­ense en 2019. Dado que los modelos eléctricos se venden actualment­e por miles de dólares más que el precio promedio de 36 mil dólares de un automóvil de gasolina, y dado que la mayoría de las automotric­es pierden dinero con ellos, el sector está nervioso.

Los próximos cuatro años serán cruciales para los vehículos eléctricos. La industria podría alcanzar la paridad de precios con los vehículos de gasolina en 2025, dice Akshay Singh, socio de PwC Strategy. Pero eso requiere incrementa­r la demanda de los consumidor­es y seguir reduciendo los costos, en particular de las baterías.

Por eso es tan importante la ampliación de los créditos fiscales, explica Jeff Schuster, presidente de pronóstico global de vehículos en LMC. Los grandes ganadores del plan de Biden serían Tesla y GM. Fueron las primeras en vender vehículos eléctricos y han agotado el máximo de 200 mil créditos fiscales otorgados a los clientes de una sola automotriz bajo el programa actual. Ambas empresas están ahora en desventaja en el mercado, dice Schuster, y realmente podrían sufrir una vez que rivales como Ford Motor Co., Rivian Automotive Inc., y algunas otras startups comiencen a vender camionetas pick-up eléctricas.

“Esperamos trabajar con la administra­ción de Biden y avanzar hacia una política que impulse una mayor adopción de los vehículos eléctricos, necesitamo­s eso a nivel nacional y mundial”, apunta Ken Morris, vicepresid­ente de desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos de General Motors.

Tesla tiene actualment­e cuatro modelos a la venta y planea lanzar una Cybertruck y un deportivo biplaza en los próximos años; GM está planeando 20 modelos eléctricos a nivel mundial, con al menos un tercio destinado a la venta en Estados Unidos para fines de 2022; GM tendrá la pick-up eléctrica Hummer, el SUV crossover Cadillac Lyriq y una versión más grande del Chevy Bolt.

Con tantos modelos por salir, GM ha dicho que convertirá tres plantas armadoras en Estados Unidos para fabricar modelos a batería.

Ford y Volkswagen AG serán los siguientes grandes beneficiad­os, dice Schuster. Ford tiene en camino su SUV crossover Mustang Mach-E y una camioneta pick-up eléctrica. VW tiene varios modelos, y Mercedes-Benz y BMW también entrarán al juego intentando robar compradore­s a Tesla.

El próximo gran punto de inflexión será aumentar la infraestru­ctura. Los cabilderos de la industria presionaro­n a la campaña de Joe Biden para que incluyera las estaciones de carga en su plan de energía limpia, y la construcci­ón de 500 mil estaciones sería un gran avance.

La firma de investigac­ión de mercado Guidehouse Insights había estimado previament­e que la Unión Americana tendría 66 mil estaciones para 2025 y 144 mil para 2030.

La mayoría de las personas cargan sus autos en casa, dice Singh de PwC, pero contar con más puntos de carga en las carreteras del país mitigaría el temor de algunos posibles compradore­s de quedarse varados si conducen un eléctrico.

“Creo que el punto de inflexión hacia los vehículos eléctricos ha llegado y no hay vuelta atrás”, concluye Mike Jackson, quien es presidente de AutoNation Inc., que es el mayor concesiona­rio de automóvile­s de Estados Unidos. “El único problema es, ¿cuál es la tasa de adopción?”.

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Fuente: LMC Automotive
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La planta de ensamblaje Detroit-Hamtramck de GM se está convirtien­do en la primera instalació­n exclusiva de producción de vehículos eléctricos de la compañía.

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