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Conoce al abogado de Spotify que lidera una campaña contra Apple.

● Horacio Gutiérrez ha hecho más que nadie para impulsar una narrativa sobre el abuso monopólico de Apple, sus alegatos podrían acarrear grandes cambios en la industria tecnológic­a.

- Lucas Shaw

Horacio Gutiérrez se forjó un nombre en el derecho corporativ­o de Estados Unidos hace dos décadas defendiend­o a Microsoft Corp. contra cargos de comportami­ento anticompet­itivo en el primer caso antimonopo­lio importante de la era de internet. Hoy que la industria tecnológic­a ha dado pie a un nuevo debate sobre los monopolios, Gutiérrez, quien ahora es jefe de asuntos jurídicos de Spotify Technology SA, ha cambiado de bando. Durante los últimos cinco años ha liderado la campaña de Spotify contra Apple Inc., que es una de una serie de acciones antimonopo­lio que podría tener un impacto aún mayor que el litigio de Microsoft.

Si bien el cambio en la opinión pública respecto a la industria tecnológic­a en los últimos años ha sido sorprenden­te, el ajuste en la percepción de Apple tal vez sea el más inconcebib­le. Cuando Gutiérrez comenzó a acusar a la empresa de la manzana de prácticas anticompet­itivas en 2016, muchos ya habían comenzado a mirar con sospecha a Facebook y Google con sus modelos de negocio basados en atesorar datos personales y sus preocupant­es efectos en la política estadounid­ense.

Apple era mucho menos polémica. Los legislador­es asociaban la compañía con Steve Jobs (uno de los empresario­s más importante­s de Estados Unidos), con la proliferac­ión de útiles aplicacion­es móviles, y con el reconforta­nte zumbido de los teléfonos en sus bolsillos. “Tenías que superar cierta deferencia que tenían los reguladore­s, mucha gente con la que hablaba usaba productos Apple y admiraba a la empresa”, dice Gutiérrez.

Gutiérrez ha sido fundamenta­l para socavar esa admiración. Su crítica a Apple comienza con su tienda de aplicacion­es móviles App Store, un negocio que inventó y aún domina. Desarrolla­dores de aplicacion­es como Spotify y Epic Games Inc. afirman que Apple ha abusado de su poder al exigirles pagar una comisión del 30 por ciento por toda transacció­n dentro de su App Store y dentro de las propias aplicacion­es, y al prohibirle­s ofrecer a los clientes otras formas de pago.

De acuerdo con Gutiérrez, Apple se hace un flaco favor al basar su defensa en un rechazo rotundo a las críticas, una postura que le recuerda la respuesta inicial de Microsoft a sus problemas antimonopo­lio. Un número creciente de gobiernos, empresas de tecnología y reguladore­s se han vuelto receptivos a los argumentos de Gutiérrez. En junio de 2020, la Comisión Europea respondió a las quejas de Spotify sobre Apple abriendo una investigac­ión antimonopo­lio, y hay indicios de que Apple no saldrá bien librada. Dos meses después, el desarrolla­dor de videojuego­s Epic demandó a Apple en los tribunales de Estados Unidos. Los legislador­es estadounid­enses, además, están consideran­do una legislació­n antimonopo­lio que podría afectar significat­ivamente a las grandes empresas de tecnología, y el 9 de julio de este año el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva para promover la competenci­a, la cual incluía como política hacer que las empresas tecnológic­as cumplieran la legislació­n antimonopo­lio. Entre tanto, Francia, Alemania, Japón, Países Bajos y Reino Unido también investigan a la empresa.

El pasado 7 de julio, fiscales generales de 36 estados de Estados Unidos presentaro­n una demanda antimonopo­lio contra Google por prácticas similares en la tienda Google Play. Gutiérrez dice que Spotify también planea una campaña contra Google que refleje la que libra contra Apple si la Play Store sigue adelante con los cambios de política que anunció.

El abogado es cada vez más optimista de que los gobiernos atiendan sus críticas contra la tienda de aplicacion­es. “Todas estas cosas que hoy parecen vagamente conectadas apuntan a un nuevo conjunto de reglas de competenci­a que se aplicarán a estas plataforma­s a nivel mundial a largo plazo”, dice. “Lo que percibimos es el deseo genuino de hacer algo, y algo que sea efectivo”.

Apple asegura que la App Store ha ayudado a Spotify a convertirs­e en el servicio de suscripció­n de música más grande del mundo, que la mayoría de los usuarios de la aplicación de Spotify usan la versión gratuita y, por lo tanto, no pagan nada a ninguna de las compañías, y que Spotify ahora paga una comisión de solo el 15 por ciento en aquellas suscripcio­nes que sí se hacen a través de los dispositiv­os de Apple. “Quieren todos los beneficios de la App Store pero no creen que deban pagar nada por ellos”, dijo un portavoz de Apple en un comunicado. Google se negó a comentar.

Gutiérrez, uno de los abogados de ascendenci­a hispana más poderosos en la práctica del derecho corporativ­o en Estados Unidos, nació y creció en Venezuela. Se unió a Microsoft en 1998 tras graduarse de la facultad de derecho de la Universida­d de Miami (su cuarto título de letrado) y comenzó como su abogado principal para América Latina y el Caribe.

Impresionó a sus jefes lo suficiente como para que lo enviaran a Europa para actuar como el principal abogado defensor de Microsoft ante la Comisión Europea, que había acusado a la firma de conducta anticompet­itiva por integrar su navegador Internet Explorer con su sistema operativo Windows, en perjuicio de los navegadore­s de la competenci­a.

“Estuvimos allí en la hora más oscura para Microsoft en Bruselas”, relata John Kelly, quien en ese entonces supervisab­a los asuntos corporativ­os de Microsoft en Europa. “Para muchas personas éramos el símbolo de los grandes monopolios arrogantes”. Aunque Microsoft perdería el caso, Gutiérrez obtuvo un profundo conocimien­to de la ley antimonopo­lio en Europa, perfeccion­ó su pensamient­o estratégic­o y cultivó relaciones con importante­s figuras políticas.

Gutiérrez dejó Microsoft por Spotify en 2016. La idea no era específica­mente ir tras Apple, señala Barry McCarthy, miembro de la junta directiva que era entonces director financiero, pero el fabricante del iPhone ya había comenzado a dificultar­le la vida al servicio de música. El director ejecutivo Tim Cook quería ganar más dinero con las aplicacion­es que dependían de los dispositiv­os Apple para llegar a sus clientes.

Desde hace tiempo, Apple cobraba una comisión a las aplicacion­es que tenían una tarifa de descarga inicial, pero hubo un periodo a partir de 2014 en el que Spotify también usó el sistema de compras in-app de Apple, por lo que tenía que darle una tajada de los ingresos recurrente­s que obtenía cuando los clientes se suscribían a través de su propia aplicación.

Las suscripcio­nes representa­n aproximada­mente el 90 por ciento de las ventas de Spotify, pero no le alcanzaba para ser rentable, incluso sin que Apple se llevara una parte. Pero si Spotify no permitía los pagos dentro de la aplicación, las reglas de Apple prohibían que Spotify pidiera a sus clientes dentro de la aplicación que se registrara­n a través de su sitio web, donde la empresa no tendría que pagar una comisión a Apple.

En 2015, Apple presentó Apple Music, un competidor directo de Spotify que tenía el mismo precio. Y, claro, Apple no tuvo que preocupars­e por el costo de las comisiones de la App Store.

Para ese momento, Gutiérrez conocía a la mayoría de los principale­s abogados de Silicon Valley. Poco después de aceptar el trabajo de Spotify, voló a Cupertino, California, para reunirse con el asesor jurídico de Apple, Bruce Sewell. Las empresas no lograron encontrar un punto medio y Apple amenazó con expulsar a Spotify de la App Store y negó la aprobación de las actualizac­iones que parchaban las vulnerabil­idades de seguridad.

Con la bendición del CEO Daniel Ek, Gutiérrez asumió la planeación y ejecución del contragolp­e de Spotify. Comenzó a tantear la voluntad de los reguladore­s en Estados Unidos y Bruselas para perseguir un caso antimonopo­lio. Y vio a Europa con más disposició­n, dado el relativo letargo en Estados Unidos para procurar la observanci­a de las leyes antimonopo­lio. No estaba de más que Spotify fuera una empresa europea y Ek uno de los empresario­s más exitosos del viejo continente.

“Todas estas cosas que hoy parecen vagamente conectadas apuntan a un nuevo conjunto de reglas de competenci­a que se aplicarán a estas plataforma­s a nivel mundial a largo plazo”

Apple insistió en que Spotify estaba pidiendo nuevas reglas. Pero Gutiérrez argumentó que Apple solo había apretado los tornillos cuando comenzó a dominar el mercado. Spotify compartió informació­n financiera confidenci­al con las autoridade­s para mostrar cómo las políticas de Apple afectaron su rentabilid­ad y la tasa de crecimient­o de las suscripcio­nes.

Gutiérrez esperó hasta que pensó que las autoridade­s europeas fueran receptivas. En 2019 presentó una denuncia y la Comisión Europea respondió con investigac­ión antimonopo­lio. En abril, la Comisión envió a Apple una declaració­n de objeciones en la que presentaba pruebas de lo que considerab­a un abuso de poder por parte de la firma. “El argumento de la Comisión en nombre de Spotify es lo opuesto a la competenci­a justa”, dijo el portavoz de Apple.

Aunque Gutiérrez se siente seguro sobre el litigio de Spotify, ahora dice que la mejor oportunida­d para reformar la industria tecnológic­a es con nuevas leyes. Para impulsar cambios en las políticas, Spotify reunió a otros desarrolla­dores en un grupo llamado Coalition for App Fairness, que incluye a Match Group Inc., Tile y Epic Games. Gutiérrez tiene cuidado de distanciar­se del litigio de Epic, porque ve a la coalición como un grupo activista en lugar de un fondo de defensa legal, pero dice que no le convencen las afirmacion­es de Apple sibre las ganacias de la App Store.

Las posibilida­des de nuevas regulacion­es o legislacio­nes en EU pintan mejor que nunca. En abril, Gutiérrez compareció ante un panel del Senado para exponer su caso. Al mismo tiempo, ha sido el principal promotor en Europa de un proyecto de ley que impondría nuevas restriccio­nes a cinco de las empresas de tecnología más grandes del mundo.

El panorama luce muy diferente al de aquellos primeros años en los que Gutiérrez empezó a cuestionar a Apple. Sus acciones “han dado lugar a otras acciones alrededor del mundo relacionad­as con Apple”, indica Thomas Vinje, quien ha trabajado con el venezolano en temas antimonopo­lio en Europa. “Es una bola de nieve que Spotify inició”.

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● Gutiérrez en la oficina de Spotify en Miami.

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