Game Changer: Alejandro Diez Barroso
El inversionista de venture capital que encontró su core en impulsar a los emprendedores para consolidar sus proyectos.
Cuando a los 18 años de edad tuvo un emprendimiento con el diseño, producción y comercialización de un escapulario de la Federación Mexicana de Futbol que no llegó a más, Alejandro Diez Barroso comprendió que el camino como emprendedor no era el de evitar el fracaso, sino el de aprender cada día. Hoy es socio fundador y managing partner de DILA Capital, una firma mexicana de capital de riesgo que recientemente levantó 35 millones de dólares para su fondo DILA IV, con el que pretende invertir de 750 mil a 3 millones de dólares en startups que busquen hacer negocios en América Latina. Cuando estudiaba Economía en la Universidad Iberoamericana, Diez Barroso tenía un negocio de retail de ropa que en 4 años iba en amplio crecimiento, pero por falta de capital acabó vendiéndolo. Sin embargo, esa experiencia le dio la sensibilidad de la operación de un negocio físico con boutiques y puntos de venta en todo el país, así como la empatía hacia los emprendedores que hoy aplica dentro de su firma.
Posteriormente, en 2009, inició una maestría de Administración de Empresas y Negocios, Kellogg School of Management, Estados Unidos, en donde se adentró al conocimiento del venture capital y se integró a Alta Ventures, un fondo de venture capital con sede en Monterrey, Nuevo León; para entrar, posteriormente, como asociado a Promecap, un fondo de capital privado en donde participó como asesor financiero en la venta del 12.6% de ASUR S.A.B. de C.V. y 49% de las acciones de la controladora ITA; así como en el análisis y valuación de la licitación del aeropuerto de Puerto Rico, entre otros casos.
Durante su trayectoria notó la falta de financiamiento para emprendedores, ya que la inversión de familia y amigos no era suficiente.
“Estamos seguros de que los emprendedores no tienen absolutamente ninguna posibilidad de éxito sin el financiamiento”, ha mencionado en publicaciones. En 2004, creó DILA Capital con Eduardo Clavé, quien actualmente es cofundador y director general. Para 2011 entró a la primera ronda e invirtió 50 millones de pesos en diez negocios, entre ellos la Compañía Cervecera Hércules, una empresa de cerveza artesanal ubicada en Querétaro.
DILA significa: “Desarrollo en América Latina” y, de acuerdo con el propio Alejandro, la esencia de la firma parte de considerar que el capital de riesgo es uno de los caminos para el desarrollo de la región. “Creemos que con nuestro capital, invirtiendo en los mejores emprendedores, ayudaremos en el progreso y avance de nuestros países. Creemos que con nuestro capital detonaremos la innovación, el uso de la tecnología, generaremos empleos bien remunerados y, por tanto, mejoraremos la calidad de vida y la distribución de la riqueza. Comenzamos DILA porque vimos un gran problema y nos vimos obligados a solucionarlo”, ha señalado.
La segunda ronda, en 2015, fue de 150 millones de pesos, inyectados en 12 pequeñas empresas. Para la tercera, en 2017, impulsó empresas como Ben & Frank, Crehana y Urbvan. Tras el levantamiento de DILA IV, la firma se hizo pública al salir a la Bolsa con un SPAC.
Y lo que sigue es continuar impulsando el valor y financiando a emprendedores. “Tenemos un objetivo muy ambicioso destinado a generar un impacto y un cambio real y duradero, y ese objetivo es que ningún emprendedor latinoamericano fracase porque no había dinero para financiar su negocio que cambia el mundo”.