Condiciones para una mejor comunicación
bien es cierto que humanamente existen en nuestra familia diversos obstáculos para la comunicación, es también necesario recordar que no podemos ser conformistas, ya que todos estamos llamados a crecer, a desarrollar nuestra capacidad y calidad humana. Por eso, podemos pensar en algunas condiciones que nos ayuden para una mejor comunicación.
EL SILENCIO interior es necesario; una persona que tiene muchos ruidos en su mente y en su corazón, establecerá una comunicación superficial y tendrá muchas dificultades para compartir lo profundo de su vida, de su sentir, de su pensamiento. En cambio si primero se intenta lograr ese silencio interior, entonces se podrá alcanzar una comunicación sincera y transparente, sin simulaciones.
TIEMPO SUFICIENTE,
pues una profunda comunicación no puede ser apresurada y ligera; las personas que se comparten
necesitan no sentirse condicionadas por la premura del tiempo.
LUCES Y SOMBRAS, sabiendo que la comunicación humana no es nunca perfecta, aunque abunden las luces, no faltan las sombras, ya que las dos personas que comparten tienen deficiencias e imperfecciones, por lo que debemos aceptar a la otra persona como es, así como ella nos ha de aceptar a nosotros, sin juzgarnos y haciendo a un lado cualquier prejuicio o etiqueta.
PACIENCIA, precisamente porque nadie es perfecto y necesitamos aceptarnos mutuamente, hemos de tener un profundo respeto al desenvolvimiento comunicativo de la otra persona que está frente a nosotros. Paciencia ante sus gestos, ante sus sentimientos, ante su manera y capacidad de expresarse; no podemos urgir y apresurar al otro.
IMPLICACIÓN DE LA PERSONA, es decir, al comunicarnos profundamente, no solo compartimos ideas u opiniones abstractas, sino que compartimos nuestro mismo ser en aquello que damos. No solo se comparte con las palabras, ya que al hablar, también nuestros gestos, nuestros sentimientos, nuestra personalidad y todo nuestro ser. En cierta manera, la otra persona nos permite entrar en su vida, nos abre las puertas de su interioridad.