CIUDADA LA RECALENTAR LA COMIDA
Es una buena forma de ahorrar y, al mismo tiempo, de no desperdiciar recursos. Recalentar la comida parece ser algo que todos hacemos, pero ¿cuándo puede resultar peligroso?
Luego de comidas suculentas, generalmente nos quedan porciones sobre la cocina que pareciera un crimen tirar a la basura. Y servir algunas de ellas por segunda vez, efectivamente, puede ser hasta saludable.
AFECTA LA SALUD
Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, ya que consumir alimentos recalentados puede ser perjudicial por diferente a factores: A menudo, al recalentar la comida, se realiza una inadecuada manipulación de los alimentos. Dependiendo los ingredientes usados en la elaboración del platillo puede existir cierto grado de descomposición de los alimentos. Esto sucede incluso cuando la comida es refrigerada.
Existe una pérdida de nutrientes en las comidas guardadas.
Dejar la comida en la olla, sin protección alguna para que enfríe y pueda ser guardado en la refrigeradora, permite que muchos microorganismos toxinfecciosos pueden actuar sobre la comida que es dejada al medio ambiente y ser un riesgo para su salud.
Existen alimentos que no puedes recalentar jamás pues podría hacerte daño.
Sentarse a la mesa para cenar en familia asegura a los padres que los niños coman sano, y se evita el consumo excesivo de comidas rápidas y se favorece el de verduras y frutas.
Cenar en familia ayuda a los más pequeños del hogar a desarrollar su manera de expresarse, de argumentar y comunicar a través de la charla con sus padres.
CREA BUENOS HÁBITOS
. Los niños aprenden por imitación los buenos modales en la mesa. La infancia es la etapa ideal para enseñar a los hijos patrones de conductas que desarrollarán a lo largo de su vida. .Por la contención y el buen clima que se genera, además del apoyo familiar que percibe el niño, cenar en familia mejora su rendimiento académico.