ES EL REY DEL TARTÁN
EL ITALIANO SE CONVIERTE EN EL NUEVO CAMPEÓN DE LOS 100 METROS PLANOS TOMANDO EL RELEVO DE USAIN BOLT.
Cuarenta y un años después del título olímpico de 200 metros conquistado por Pietro Mennea en Moscú ‘80, otro velocista italiano, Lamont Jacobs, se proclamó campeón olímpico, ahora en 100 metros, con una marca de 9.80 que lo convierte en sucesor del legendario Usain Bolt.
El estadounidense Fred Kerlei (9.84) y el canadiense Andre de Grasse (9.89) completaron el podio por delante del sudafricano Akani Simbine (9.93), el estadounidense Ronnie Baker (9.95), el chino Su Bingtian (9.98) y el nigeriano Enoch Adegoke, que no terminó.
El británico Zharnel Hugues fue descalificado por salida falsa.
La gran incógnita del atletismo en los Juegos de Tokio quedó desvelada en 9.80 segundos y en una dirección totalmente inesperada. Jacobs, de padre estadounidense y madre italiana, es el heredero de Bolt, el esprinter ya legendario que había conquistado los tres títulos olímpicos anteriores, siempre en doblete con el de 200.
El temible calor húmedo de Tokio por estas fechas, que se apiadó de los atletas los dos primeros días, irrumpió con fuerza el domingo para amargarles la vida dentro del estadio, bajo el efecto invernadero de 36 grados y un 64% de humedad.
Las semifinales ya arrojaron varias sorpresas, como si el ránking hubiera enloquecido en ausencia del patrón de la década anterior. Trayvon Bromell, el más rápido del año (9.77), se quedó fuera de la final por una milésima.