DIOS BENDIGA A MÉXICO
Suena muy similar al God Bless América, que es casi un lema estadounidense, y cuando lo juntamos al hashtag “Sueñomexicano”, tenemos parte de la doctrina que se manifestó en la reunión de ultraderecha de la CPAC y en la que el exactor Eduardo Verástegui, fue “destapado” por Eduardo Bolsonaro como próximo contendiente a la Presidencia de la República.
Si bien es cierto que todos tenemos derecho a arrepentirnos, recomponer el pasado, cometer errores y enmendar el camino, resulta poco creíble que alguien que hasta el sexenio pasado era extrañamente cercano a Peña Nieto, como lo fue de Ricky Martin, haya sido mágicamente convertido a través de su fundación “Manto de Guadalupe” (fundación de la que no existe registro público), en una persona cuyos actos morales y éticos son intachables. Extraño también resulta que la clínica Guadalupe Center Medical, clínica antiaborto, y que, a raíz de múltiples denuncias por fraude, ni la fundación ni la clínica están ya a su nombre, pero siguen recibiendo apoyo de católicos contra el aborto.
Con todo, el exactor y exmodelo, cuyas fotografías sin ropa circulan por internet, se ostenta ahora en modelo de buenas costumbres y pureza franciscana, cobijado por las mas altas esferas de la ultraderecha que ven en él (quizá por bonito), al modelo de conducta que pueda guiar al país. En una declaración, mencionó que “el actual gobierno quiere mantenernos en la ignorancia porque la mayoría de la población no sable inglés”, las pueriles declaraciones y sobre todo la base de las mismas muestran lo alejado que está de la realidad y de las auténticas necesidades de un país que lo primero que requiere es la igualdad, la eliminación del clasismo y de los dogmas que impiden en plena era tecnológica, ejercer nuestro libre derecho a decidir sobre nuestra sexualidad y nuestro cuerpo como el, en su momento lo hizo aunque no quiera recordarlo.