Que ciudadanos alerten de corrupción: Eréndira
La normalización de la figura los “ciudadanos alertadores de la corrupción” y la creación de una unidad de primer nivel en trámites de control administrativo, son dos de los primeros ejes que pondrá en marcha la Secretaría de la Función Pública para su renacimiento, afirmó la titular Irma Eréndira Sandoval.
Apuntó que en las ultimas dos décadas se incrementó la corrupción y la impunidad, por lo que un mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, es mejorar la percepción internacional de México en mediciones de corrupción, dado que actualmente está en promedio en el lugar 135 de 180 países.
“La corrupción es un problema político, estructural, social e institucional que necesita soluciones políticas y en la cuarta transformación estamos convencidos de erradicarla”, con lo que, afirmó, desterrarán toda forma de derroche y toda forma de simulación.
“Emprenderemos acciones prontas y eficaces, como el pulso a esa nueva ética pública, buscaremos la solución de conflictos de interés”, indicó.
Los funcionarios que no se ajusten a estos principios les serán impuestas las sanciones para respetar los ejes estratégicos, a quienes estén en esta situación, añadió, les será respetado el debido proceso legal.
Dichas medidas deberán representar un nuevo sendero de fiscalización de seguimiento ciudadanizado que hará contrapeso a la Secretaría de la Función Pública.
En el marco del Día Internacional contra la Corrupción, Sandoval expuso que “la corrupción estructural es una forma específica de dominación social, donde
2.6 mmd SE PIERDEN
cada año debido a las prácticas de simulación en el gobierno
165 PESOS
diarios en promedio, por persona, se van en transas
predomina el abuso, la impunidad y la apropiación indebida a la ciudadanía, la corrupción es histórica”, dijo.
“Hay casos de corrupción de perfecta legalidad”, por lo que su estudio no puede ser hecho desde el punto de vista existencialista sino de forma estructural.
Expuso que, bajo su punto de vista académico, el objetivo final de la corrupción puede ser para acumular y abusar del poder y de los privilegios de forma ilegítima, dado que se vincula con inercias sociales e institucional, que alcanzan, incluso a organismos autónomos.
La “nueva ética”, señaló, se sustentará en la austeridad republicana, una política de Estado transversal para todo el gobierno, así como en la “entrega abnegada al pueblo”, por lo que los recursos se administrarán “con eficiencia, transparencia y honradez para que cumpla los objetivos que tiene”.