Prometen y nada
Los Dallas Cowboys vuelven a ser la gran decepción de los playoffs de la NFL como ha ocurrido en todos sus escasas 10 apariciones en los últimos 23 años, desde aquel lejano enero 28 de 1996 cuando se alzaron con el trofeo y los dólares del Super Bowl XXX, superando 27 a 17 a los Steelers de Pittsburgh. Desde entonces como dice la canción, “prometen y prometen y nada”.
SOLO UN GRAN JUEGO
De los cuatro juegos divisionales (semifinales) de la NFL el más espectacular y emotivo resultó ser el que muchos suponíamos sería el más predecible y hasta menos vistoso, Philadelphia Eagles, actual campeón del Super Bowl, tuvo en un puño por casi tres cuartos del partido al archi favorito New Orlean Saints, que logra dar la vuelta con una ofensiva dramática y larguísima que consume más de once minutos.
Ya entrados en el último cuarto, el dominio de los Saints es brutal y avasallador después de que Eagles nos había sorprendido a todos, no solo a Drew Brees, el quarterback de Nueva Orlean, interceptándolo en la misma primera jugada del partido tomando Philadelphia una ventaja de siete puntos, que después se amplía a 14 sin respuesta.
Ya entrados en el segundo cuarto,
los Saints dan un golpe de autoridad jugándose una cuarta y gol anotando touchdown en lugar de conformarse con el gol de campo, de ahí en adelante tomaron el control, todavía Eagles amenazaba con dos minutos 30 desde la 30 de Saints pero la defensiva intercepta al quarterback cenicienta, Nick Foles anotando y sentenciando el partido, el equipo completo va a la tribuna del fondo a festejar el touchdown y el pase a la final de la NFC del próximo domingo al recibir a los Rams, en lo que esperamos un juegazo de alarido.
NI A MELÓN
Los Chargers de los Angeles y los Colts de Indianápolis resultaron ser como se anticipaba solamente comparsas ante la brutal superioridad de los Patriots y los Chiefs, los grandes dominadores a lo largo de la temporada en la AFC.
Los Pats y Tom Brady vuelven a tapar la boca de sus millones de detractores que ya los quieren fuera después de una década de dominio aplastante en la NFL, alcanzando su octava final de conferencia viajando el próximo domingo a enfrentar a Kansas City, que humillaron desde el arranque a los muy limitados Colts.
Así las cosas están en las dos finales de conferencia, los cuatro mejores de toda la temporada, justicia divina dirán algunos, de acuerdo pero hay que demostrarlo y luego presumirlo.
Así de fácil...