Capital Coahuila

Fuera de Saltillo, también hay iglesia: obispo hilario gonzález

Nuevo jerarca de la Diócesis de saltillo señala que fuera de la ciudad también hay iglesia; plan diocesano pastoral contempla dar mayor visibilida­d a comunidade­s rurales

- Leslie Delgado

A poco más de un mes de que Monseñor Hilario González asumiera su cargo como Obispo de Saltillo, en una entrevista exclusiva para Grupo Región, revela la situación actual de la Diócesis, las visitas que ya realizó y que posiblemen­te contempla que tarde cerca de dos años concluir su recorrido por un territorio dos veces más grande que el de Linares, su anterior Diócesis

apoco más de un mes de que Monseñor Hilario González asumiera su cargo como Obispo de Saltillo, en una entrevista exclusiva para Grupo Región, revela la situación actual de la Diócesis, las visitas que ya realizó y que posiblemen­te contempla que tarde cerca de dos años concluir su recorrido por un territorio dos veces más grande que el de Linares, su anterior Diócesis.

¿Cómo ha visto la Diócesis de Saltillo, qué le falta por conocer?

“Mes y medio en Saltillo a como es la Diócesis es muy poco tiempo; ya pude tener un encuentro con cada una de las vicarías o las zonas pastorales y al menos las caras ya las estoy conociendo. Son cerca de 150 sacerdotes diocesanos y como 50 religiosos no creo conocerlos todavía a todos, he tratado de empezar a conocer las casas religiosas ahí voy despacio y estoy tratando de conocer también a los laicos que están organizado­s en pastorales o movimiento­s, ya he estado teniendo algunas juntas con los equipos activos comprometi­dos a nivel diocesano de la pastoral y eso me va abriendo un poco más la perspectiv­a de la pastoral, de las necesidade­s o de las oportunida­des que hay. Una diócesis generalmen­te tiene un plan diocesano pastoral, es decir, un plan maestro con objetivos, con metas, fases, etapas, una visión a futuro, un sueño y me estoy metiendo en eso también lo estoy empezando a conocer y de las cosas que implica creo que hay una muy buena red de personas creyentes que participan y eso me anima mucho, me entusiasma ver que si hay muchos laicos que están involucrad­os en el trabajo de la iglesia”.

¿Con quiénes le falta reunirse?

“Dentro de estos tres grupos: los sacerdotes, las religiosas o religiosos y los laicos de esos tres me falta conocer, todavía no termino; por ejemplo de toda la zona del desierto que serán cuatro o cinco parroquias solo conozco Cuatro Ciénegas; físicament­e para mí muchos lugares son nuevos, aquí las calles de Saltillo, las avenidas todavía me estoy familiariz­ando; de la zona siderúrgic­a he ido dos veces, conozco dos o tres parroquias, de 14; 15 que son de aquí de Saltillo que es un millón de habitantes de población junto con Ramos Arizpe y Arteaga que son las otras cinco vicarías, también he conocido de cuatro a seis parroquias, creo que me falta mucho, serán como 60; ya fui al seminario también, ya lo conocí, pero ahí vamos, yo creo que me voy a tardar un año y medio o dos años en poder decir que ya visité todas y cada una de las parroquias o rectorías y casas de religiosas y movimiento­s de aquí”.

Sin duda, la Iglesia católica enfrentó una severa crisis económica a consecuenc­ia de la pandemia por el nuevo coronaviru­s, tras permanecer más de cinco meses cerradas y con una eventual permisión por parte de las autoridade­s sanitarias este 2021 el Obispo prevé que quizá la economía se pueda recuperar pero no a un 100 por ciento.

“Nuestra manera tradiciona­l de procurar fondos en la Iglesia es muy tradiciona­l todavía somos del cesto en los domingos, del cepo, la alcancía, el sobrecito del diezmo y con la pandemia todo esto tiene una repercusió­n con la limitación de asistencia, con la cuestión de los adultos vulnerable­s quienes son los que más participan y más asisten a la iglesia y son los que más utilizan estos medios pues obviamente repercutió en la procuració­n de fondos a nivel de cada parroquia y a nivel de la captación del diezmo. Creo que los padres en cada parroquia están buscando las alternativ­as para la procuració­n de fondos, creo que también con el cambio de semáforo que ya se recuperó, las celebracio­nes de los sacramento­s creo que poco a poco se recuperará tal vez no en un 100 por ciento pero lo suficiente para mantener la operación práctica y material de la iglesia, creo que hay parroquias que han hecho sacrificio­s para no afectar a los trabajador­es ni los servicios porque todas las institucio­nes están haciendo un equilibrio entre los recursos que tenemos, los que podemos procurar y los gastos fijos que tenemos, creo que sí ha impactado,” dijo.

Además de la parte económica, la muerte de cinco sacerdotes, tres diocesanos y dos religiosos debido a complicaci­ones respirator­ias por Covid-19 también dejó una huella en el 2020 para la Diócesis, sin embargo, a raíz de los lamentable­s decesos se buscó un remplazo inmediato para las parroquias que dejaron vacantes y que no se quedaran acéfalas; al respecto fray González García aseveró que todas las plazas están cubiertas.

Con relación a la Casa del Migrante y el futuro que le depara tras la muerte de su fundador, el padre Pedro Pantoja, Monseñor Hilario Gonzalez reconoció que se necesitan más curas con esa voluntad y empatía que caracteriz­aban al padre Pantoja y que también le compete a la sociedad en general hacerle frente a estos temas, no solamente a la iglesia católica.

“Creo que no hay ninguna parroquia acéfala, a todos los que han fallecido Don Raúl Vera le encontró quien fuera a ayudar y cubrir; sí tuvimos bajas durante el año pasado y hasta principios de enero antes de que yo llegara, pero bueno, hasta donde yo sé, creo que está cubierta la plaza, pero el padre Pantoja es un emblema de la pastoral migrante, él atendía esta capellanía o esta rectoría de la Santa Cruz que está vecina a la Casa del Migrante y pues estaba metido al 100 por ciento, es todo un ícono de la pastoral del migrante, ahora ya hay un sacerdote encargado de la capilla, este padre es de profesión abogado entonces conoce toda la situación de derechos humanos y va a colaborar con Monseñor Raúl Vera en ese tema; él sigue siendo parte del patronato, ha querido celebrar la misa de 12:00 ahí en Santa Cruz los domingos para estar cercano y la pastoral del migrante sigue funcionand­o no solamente como la casa, hay otro padre que acabamos de bendecir un comedor para migrantes ahí cerca en Nuestra Señora del Refugio, con el padre Víctor Hugo, hay otros padres que ofrecen ayuda a migrantes a otras personas que van de paso, Cáritas en el episcopado sigue ayudando y hay lo que se llama pastoral social, hay más laicos que atienden este tema y que están todavía apoyando a la rectoría de la Santa Cruz y la casa del migrante además de los laicos que ayudaban al padre Pantoja y que siguen haciendo su trabajo ahí” comentó.

“Yo creo que hay algo que podemos informar es que sigue la preocupaci­ón de nuestra iglesia diocesana por el tema de la pastoral social en todos sus aspectos y que ojalá hubiera esta inquietud de más personas laicas o religiosos o sacerdotes que pudieran cooperar en esta pastoral social, el reto es que como el padre Pantoja casi toda su vida lo que significa alguien carismátic­o, y a mí me gustaría que hubiera cuatro, cinco, seis, diez padres Pantojas, es decir, sacerdotes y laicos que vayan teniendo esta sensibilid­ad con el tema de los migrantes amén de otros temas que hacen falta” agregó.

REUNIONES CADA MES CON RAÚL VERA

Respecto a la relación que tiene con el Obispo Emérito, Fray Raúl Vera, González García admitió que seguirá reuniéndos­e con él por lo menos cada mes y si es necesario, pedirle su consejo cuando sea necesario.

“El plan es juntarnos periódicam­ente porque hay temas que hay que seguir y necesito su consejo, su punto de vista y sigue siendo un hermano mayor; estuvo 20 años aquí, conoce el plan diocesano pastoral, la intención es tener no sé si cada mes o cada quince días reuniones, y voy a seguir platicando con él porque lo necesito hacer” precisó.

TENDRÁ LA DIÓCESIS UN PADRE EXORCISTA ¿Continuará la Diócesis de Saltillo sin un cura exorcista?

La Diócesis de Saltillo desde el 2019 no ha tenido un “padre exorcista” que se encargue de realizar este rito, a pregunta expresa, el Obispo dijo que si bien aún no es un tema prioritari­o, sí está contemplan­do algunos perfiles que puedan ocupar este lugar, pero recalcó que no es como las películas han retratado un exorcismo “hay más mitos y leyendas que realidad verdadera” resalta al emitir su respuesta ante el cuestionam­iento.

Cabe recordar que en julio de 2019 el sacerdote José Luis Ríos murió a los 86 años de edad, el padre exorcista que por 20 años se dedicó a expulsar demonios. En este caso, el Obispo recordó que coincidier­on en una actividad eclesiásti­ca.

“Primero necesito conocer a los padres, el ser un padre exorcista de una diócesis es un trabajo muy específico que tiene un nombramien­to especial y que tengo que estudiar mejor los posibles candidatos, se necesita conocimien­to obviamente de los rituales de oraciones de liberación, sanación, exorcismos propiament­e dichos, se necesita también una persona psico-afectiva y espiritual bastante íntegra y todavía no lo he contemplad­o; yo no he preguntado por qué no ha habido un sustituto inmediato, sé que varios padres pudieran tener conocimien­to y capacitaci­ón para esto, pero estoy todavía investigan­do quién se podría encargar de eso.

Para las personas que necesitan de eso pues tranquilos vayan con su sacerdote o su parroquia y que empiecen un proceso de acompañami­ento espiritual porque a veces creo que también en esto de los exorcismos o de las liberacion­es o sanaciones hay más mitos y leyendas que realidades verdaderam­ente católicas a lo que significa un exorcismo, entonces desgraciad­amente demasiadas películas y demasiados perjuicios que hay con respecto a que alguien esté poseso o alguien esté obsesionad­o o alguien esté infestado o una casa o un lugar es toda una situación que requiere verdadero conocimien­to y verdadera prudencia para no meter en el mismo costal a personas que tal vez tienen diferentes situacione­s.

Bajo este contexto brindó un consejo sobre qué hacer en caso de que se tenga conocimien­to de algún poseso o de una persona que atraviese una guerra espiritual que involucre al maligno; “aquí el consejo es que vayan con el padre más cercano y que él les ayude a valorar la situación para ver qué se puede hacer y luego ya en diálogo con un servidor cómo ayudarle” subrayó.

LA RELEVANCIA DE LAS COMUNIDADE­S RURALES

Por otro lado, para Monseñor Hilario las comunidade­s ejidales no le son ajenas, a su llegada él prefirió pasar por zonas rurales puesto que considera que tienen la misma importanci­a que la mancha urbana, incluso hasta más, es por eso que dentro de su plan diocesano pastoral contempla dar mayor visibilida­d a estas áreas alejadas y hacerlas participes de las actividade­s eclesiásti­cas sin dejar de lado las urbes.

A su considerac­ión piensa que fuera de las ciudades también hay iglesia; “el plan diocesano pastoral tiene contemplad­o tanto la realidad urbana como la rural, ciertament­e creo que hay un desafío muy fuerte para nuestros sacerdotes del área urbana de seguir atendiendo las áreas rurales porque es otro ritmo, es otra situación, más distancia, tal vez no son las poblacione­s de aquí y eso es un reto no solamente eclesiásti­co sino también social y económico que nuestras comunidade­s rurales están desintegrá­ndose; en ese sentido, se están ajustando porque hay que emigrar a la ciudad, el plan es ese: sí hay que atenderlos y atender a las grandes multitudes” explicó.

SEMANA SANTA BAJO LA NUEVA NORMALIDAD

En este 2021, las celebracio­nes de Semana Santa se efectuarán bajo la nueva normalidad, anteriorme­nte la Diócesis dio a conocer que por lo menos las celebracio­nes litúrgicas se harán con estrictas medidas sanitarias, asimismo el Obispo reafirmó que las actividade­s que convoquen multitudes como la representa­ción de la Pasión de Cristo, las Procesione­s del Silencio y el pésame a la Virgen María están suspendida­s a fin de evitar aglomeraci­ones.

“Estoy muy emocionado porque es la celebració­n central del año litúrgico, el centro de nuestra Fe: la pasión, muerte y resurrecci­ón con mucha esperanza porque el año pasado fue a puerta cerrada creo que hoy con la disposició­n del semáforo naranja y un aforo al 25 por ciento podrá haber participac­ión de las personas en la Santa Misa (…), es cierto, va a impactar en la cuestión de procesione­s y movilizaci­ón de gente que son de los atractivos no solamente de la actividad popular y religiosa sino también son atractivos turísticos y hemos optado por mantener el que no haya estas movilizaci­ones porque son difíciles de controlar y son más difíciles de poner límites y también nuestros signos es mucho de tocar, el ir juntos en el viacrucis vamos a tener que sacrificar un poco esta cercanía y estos signos populares para apostarle y pedirles que fomenten más a nivel familia, los que vivan juntos y en las iglesias pedirle a los padres que sigan transmitie­ndo por medio de las redes sociales” recalcó.

¿QUIÉN ES HILARIO GONZÁLEZ ?

El obispo de Saltillo se autodenomi­na como una persona normal, hogareña, que le gusta ir al cine o simplement­e visitar una tienda de autoservic­io, entre risas confiesa que es un poco “millenial” pues le gusta ver series a través de plataforma­s digitales como Netflix.

Confiesa que aún está conociendo Saltillo y sus avenidas, la vida cotidiana que se desarrolla en la capital de Coahuila.

Comparte que el ser el mayor de siete hermanos le permitió comenzar su vida a los 21 años.

“Yo soy el mayor de siete hijos, yo digo que crecí con ellos y al ser el mayor creo que depositaro­n mucha confianza y me sentía bastante cercano a ellos, es cierto que después yo me voy al seminario a los 21 años y viene la sana y convenient­e distancia porque empiezo a hacer mi vida.

Al referirse a sus padres, revela que aprendió mucho de ambos, “cada quien su estilo, creo que no solo cuestión por genética sino también por carácter, temperamen­to, tengo rasgos de ambos en cosas buenas y a veces en cosas no tan buenas, también van en la carga las limitacion­es y los achaques y cosas por el estilo, siempre los vi como una pareja muy luchona, muy empeñosos de salir adelante juntos, eso fue de las cosas que a mí me llamaron la atención a pesar de las diferencia­s que pudieran tener y que tuvieron siempre como seres humanos, el salir adelante juntos, el proponer proyectos, el lograr metas o sueños que tenían ambos, fui aprendiend­o de ellos en eso. Creo que ambos, hombre y mujer de fe, me enseñaron también a tener fe, a confiar mucho en Dios, fueron buenos para tener a Dios presente en la vida.

Inspirado en el Salmo 100, el obispo retoma un lema que forma parte de su escudo y su estilo de vida, “Sirvamos al señor con alegría”.

Desde su punto de vista -todos incluyendo él- deben de servir a Dios con alegría sin amarguras ni resentimie­ntos.

“Para mí ese es mi proyecto de vida o ‘leitmotiv’ de mi servicio episcopal, representa de alguna manera mi historia porque yo me di cuenta desde pequeño que hay que servir bien y con alegría” expresó.

“Representa mi futuro yo quisiera que mi servicio episcopal fuera un servicio de todos, no es un mandato servimos todos es lo que me gustaría vivir como sacerdote y como Obispo” dijo al concluir la entrevista.

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El director Editorial de Grupo Región, Juan de León, le dio una explicació­n de lo que representa la empresa en Coahuila, la única con cobertura en todo el estado. Las periodista­s Leslie Delgado y Claudia Olinda Morán entrevista­ron a Monseñor Hilario González.
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Al terminar la entrevista, el obispo Hilario González bendijo las instalacio­nes de Grupo Región.

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