Ambientes obesogénicos
Los espacios en los que las personas se desarrollan influyen en sus hábitos alimenticios y en sus costumbres, por lo que es importante que sean seguros y diversos para que puedan usarse en beneficio de la gente
Con el tiempo pasamos a las ciudades actuales, como México: poco planificadas, donde esta orientación hacia la salud, áreas verdes, las movilidad, se ha perdido”
Guillermo Arteaga Mackinney Colaborador del Laboratorio de Datos contra la Obesidad
El ambiente está relacionado con la salud y esto viene desde los modelos de urbanización de las primeras ciudades de habla inglesa en las que se pensó en procurar el mejor modelo de vida para los habitantes
Hay espacios que aportan condiciones para el desarrollo de la obesidad en las personas, afirma el doctor Guillermo Arteaga Mackinney, quien es profesor de la Universidad de Sonora.
“Los distintos ambientes que promueven la obesidad son factores de riesgo, condicionantes que suceden en el ambiente, muchas veces no es una decisión, por así decirlo, personal, sino que se dan por el lugar donde vivimos, la colonia, por la propia cultura.
“Este tipo de cosas son factores de riesgo que fomentan conductas relacionadas con patrones de alimentación equivocados y también asociados a la parte de una vida más sedentaria, un mayor estrés, problemas de sueño”, asegura el también colaborador del Laboratorio de Datos contra la Obesidad.
El doctor asegura que el ambiente está relacionado con la salud y esto viene desde los modelos de urbanización de las primeras ciudades de habla inglesa en las que se pensó en procurar el mejor modelo de vida para los habitantes.
“Algunas referencias indican, sobre todo cuando empezó la urbanización en Inglaterra y en Estados Unidos, que la gente, sobre todo en Europa, se estableció en esta idea, que fue muy clara y avanzada, de que la ciudad tendría que estar diseñada para la salud de las personas.
“De ahí viene la situación de hacer drenajes, poner iluminación, establecer parques, y otro tipo de cosas. Todo lo que tiene que ver con urbanismo”, explica el experto.
Estos modelos también inciden en la salud de las personas y eso está relacionado directamente con el incremento de casos de obesidad y otras enfermedades.
“Creo que esta visión se fue perdiendo con el tiempo y pasamos a la de las ciudades actuales, sobre todo en México: poco planificadas, donde está orientación hacia la
salud, áreas verdes, las banquetas, la movilidad, se ha perdido”, sentencia.
Afirma que en Europa y Estados Unidos hay un movimiento denominado “Healthy City” (Ciudad Saludable) en el que se busca -con las herramientas actuales- construir núcleos urbanos que promuevan el cuidado de la salud.
“Es un movimiento que empezó como en los 90 y que aplica en las ciudades nuevas, pero es muy difícil en ciudades de cientos de años en donde el cambio en la urbanización es muy compleja”, explica Arteaga Mackinney.
El experto llama a hacer conciencia de que hay elementos de nuestro entorno que no son los adecuados y fomentan la obesidad, por ello hay que identificarlos y buscar una solución.
“La alimentación lleva a un concepto de salud. No todo tiene que estar disponible en el momento, tenemos que esforzarnos, cocinar, ver el proceso de alimentación. No es solamente abrir el empaque de plástico, comer y tirarlo, sino que involucra todo un proceso”, explica.
Considera que el reconocimiento de que el ambiente físico se relaciona con la salud viene de cientos de años y hoy se ha perdido esta conciencia.
Hay elementos de nuestro entorno que no son los adecuados y fomentan la obesidad, por ello hay que identificarlos y buscar una solución