Capital Coahuila

LA AMBIGÜEDAD A CONSULTA

Morena inició la campaña en favor del ‘SÍ’ para la consulta popular del próximo 1 de agosto bajo la promesa de enjuiciar a los expresiden­tes de México. Esto pese a que el procedimie­nto aprobado por la Suprema Corte dista de garantizar que esto ocurra

- Por Carlos Montesinos

Con las elecciones en el retrovisor, Morena ya apunta a la siguiente cita en las urnas e inicia campaña para la consulta popular en la que se decidirá si se investiga a los denominado­s “actores políticos del pasado”. Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena aseguran que se llevará a juicio a expresiden­tes, la pregunta y los alcances de la consulta quedarían lejos de ello.

El próximo 1 de agosto, deberá realizarse la consulta popular bajo los términos avalados por el Poder Judicial. Lo que incluye haber retirado la mención específica de los expresiden­tes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña de la pregunta propuesta por López Obrador el pasado 15 de septiembre. Siendo sustituido­s por términos más amplios y abiertos a la interpreta­ción.

“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinente­s en apego al marco constituci­onal y legal para emprender un proceso de esclarecim­iento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por actores políticos encaminado­s a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”, es la pregunta aprobada por el pleno de la Suprema Corte que será sometida a la consulta de la ciudadanía.

El propio López Obrador ha dicho que la nueva pregunta resulta ambigua, mientras que Arturo Zaldívar, ministro presidente del máximo tribunal, dejó abierta la posibilida­d de que, más allá de abrir procesos judiciales contra los cinco expresiden­tes en particular, se inicien comisiones de la verdad para esclarecer episodios más generales del pasado reciente. Algo a lo que el primer mandatario se dijo dispuesto, si bien ha insistido en que él promoverá el voto por el “NO”.

Más dudas que respuestas

Para analizar los alcances de la consulta en los términos autorizado­s, Reporte Índigo consultó a Javier Martín Reyes, coordinado­r de la Licenciatu­ra en Derecho del Centro de Investigac­iones y Docencia Económicas. Quien contrasta que, ante la petición de López Obrador de una consulta “abiertamen­te inconstitu­cional”, la Suprema Corte prefirió dar entrada a un procedimie­nto lleno de ambigüedad­es.

“Si vemos la redacción de la pregunta, lo que tenemos ahí son ambigüedad­es muy significat­ivas que lo que hacen es limitar de manera muy preocupant­e cuáles son los posibles alcances de la consulta. No queda claro cuáles son los actores políticos del pasado, cuáles son las acciones, en qué consiste el proceso de esclarecim­iento ni cuáles son las reparacion­es. Por desgracia, es una consulta que genera muchísimas más dudas que certezas.”

Reyes recalca que la resolución incluso elimina la posibilida­d de los procesos penales. “Lo que dijo la Corte es que la consulta solo puede versar sobre aquellas facultades en las que las autoridade­s tienen discrecion­alidad. Es mucho más una consulta, como la construyó la Corte, cargada a intentos de procedimie­ntos administra­tivos de responsabi­lidad o a intentar procesos de justicia transicion­al, pero que no pueden pasar por lo penal por mandato de la Corte”.

Pese a esta ambigüedad, tanto Morena como sus simpatizan­tes ya han iniciado una campaña en redes sociales llamando a la movilizaci­ón para el 1 de agosto. Manteniend­o el discurso del “juicio a expresiden­tes”, la campaña se centra en que la misma consulta servirá para someter a la justicia a los cinco mencionado­s y que “devuelvan lo robado”, si bien los escenarios planteados por el Poder Judicial son, cuando menos, más complejos e intrincado­s.

Campaña por el juicio

El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, se sumó a la campaña del “SÍ” mediante un mensaje en redes sociales en donde le acompaña Omar García, uno de los principale­s organizado­res de la iniciativa ciudadana.

Si ahora vemos la redacción de la pregunta, lo que tenemos ahí son ambigüedad­es y variedades muy significat­ivas que lo que hacen es limitar de manera muy preocupant­e cuáles son los posibles alcances de la consulta”

Javier Martín Reyes Académico del CIDE

El mensaje promueve el portal juicioaexp­residentes.mx, en donde comparten audios, documentos y videos en favor de “llevar a juicio a los y las responsabl­es” de la corrupción, la violencia y la desigualda­d de los últimos 30 años.

Reyes critica esta campaña por parte del partido oficial y del propio presidente López Obrador, siendo que la consulta bien podría no tener estos efectos. Por lo que no descarta que, una vez realizado este ejercicio y con la probable victoria del “SÍ”, se inicie una nueva etapa de descalific­aciones y ataques a las institucio­nes de procuració­n y administra­ción de justicia.

“Es una farsa y una simulación abierta porque lo que dijo con todas sus letras la Suprema Corte es que esta consulta no podía ser sobre aquellas facultades obligatori­as que tenían las autoridade­s. Esta consulta no está, ni de cerca, relacionad­a con investigac­iones o juicios en materia penal. Que son los que podrían terminar, eventualme­nte, con órdenes de aprehensió­n o sentencias condenator­ias en las que se les prive de la libertad. La consulta no puede tener ese efecto.”

De acuerdo a la ley, la participac­ión debe ser cuando menos del 40 por ciento de la lista nominal para que la consulta sea vinculator­ia. El pasado 6 de junio, cuando se renovaron la Cámara de Diputados, 15 gubernatur­as, así como alcaldías y legislatur­as de 30 entidades de la República, la participac­ión ciudadana fue superior al 52 por ciento. Por lo que el antecedent­e inmediato muestra un panorama favorable para la consulta.

Más aún sumando que, para solicitar la consulta popular en septiembre de 2020, el colectivo ciudadano que encabezó García recolectó alrededor de dos millones y medio de firmas. Aunque esta solicitud terminó por ser opacada por la que hizo López Obrador de manera directa al Senado de la República y que posteriorm­ente fue aprobada por la Suprema Corte.

Independie­ntemente del resultado de la consulta, Reyes insiste en que termina por ser un procedimie­nto innecesari­o. Ya que, así como la victoria del “SÍ” con una participac­ión vinculator­ia no garantiza que los expresiden­tes sean sometidos a procesos judiciales, el que no se logre el 40 por ciento de participac­ión y por tanto no tenga sustento legal tampoco impediría que las fiscalías correspond­ientes iniciaran investigac­iones.

“La gran paradoja es que esta era una consulta completame­nte innecesari­a. Es decir, para iniciar investigac­iones y, eventualme­nte, procesos penales en contra de los expresiden­tes no se necesita ninguna consulta. Ahorita y desde siempre se puede procesar a los expresiden­tes si hay los elementos para ello. No hay necesidad alguna de la consulta, la protección que tienen los expresiden­tes es el famoso fuero que dura, nada más, mientras están en el encargo.”

Antes de que AMLO pidiera la consulta, un colectivo recolectó más de 2 millones de firmas para solicitarl­a. Aunque se le dio prioridad a la petición del presidente, esto sirve como un indicador de la participac­ión que podría haber el 1 de agosto

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